parís. El actor Gérard Depardieu, que volvió el sábado al teatro en París después de diez años sin subirse a un escenario, aseguró que solo va a hacer representaciones siete días porque es un trabajo que le aburre, y que lo que le gusta es conocer gente y paisajes desconocidos. "Ahora estoy en la contemplación, la literatura, el descubrimiento, el descubrimiento de la cultura de todos los países por los que paso y que me permiten participar en su cine, como un ciudadano del mundo", explicó en una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche.

Tras estrenar en el Teatro Antoine de la capital francesa, junto a la actriz Anouk Aimée, la obra Love Letters, del estadounidense Albert Ramsdell Gurney, el actor dijo que cuando era joven adoraba ese trabajo que le permitió entender que "no hay que imitar, sino más bien buscar la musicalidad y la inteligencia de la lengua". "Pero ahora eso me aburre. Por eso sólo represento Love Letters siete días. Ser actor ya no es lo mío", resumió antes de añadir que como es "un privilegiado" y su trabajo en el pasado le evita tener que ganarse la vida puede hacer "lo que quiero, donde quiero y cuando quiero".

Depardieu fue protagonista hace un año de una polémica político-diplomática cuando decidió trasladar su domicilio fuera de Francia por considerar que pagaba demasiados impuestos y tras instalarse provisionalmente en Bélgica recibió la nacionalidad rusa del presidente de ese país.