Bilbao. Saltar a la comba para definir nuestras piernas, subir a una caja para endurecer el culo, hacer abdominales con una pelota pesada para bajar tripa? Más allá de la disciplina propia de cualquier deporte, el CrossFit ha conquistado medio mundo con un arma secreta: hacer lo que ya sabes hacer. Son ejercicios idénticos a los movimientos naturales del día a día: subir una escalera, llevar las bolsas de la compra o recoger algo del suelo. Con esa filosofía se facilita el trabajo, aseguran desde el gimnasio Urtzi, donde se encuentra en primer box de toda Bizkaia. No hay nada que aprender para dar el primer paso.

¿Cuándo y dónde nace el CrossFit?

Nació oficialmente en 2001, cuando el estadounidense Greg Glassman empezó a usar esta técnica para entrenar a policías en California. Posteriormente fue usado para el entrenamiento de marines, bomberos y militares norteamericanos y de ahí dio el salto. Pero antes había nacido como tantas otras cosas en Estados Unidos: en un garaje. Como Apple, por ejemplo.

¿Un nuevo deporte?

Mejor decimos un tipo de ejercicio donde entrenas el cuerpo ejerciendo diferentes disciplinas al mismo tiempo, tales como la halterofilia, el atletismo o la gimnasia.

Yo, me confieso, no piso un gimnasio desde...

¡No, no! Un gimnasio, no. el CrossFit necesita un espacio con determinadas características, lo que llamamos un box.

Les decía que temo por mis agujetas...

Pueden venir, claro. Pero bienvenidas sean si te has divertido trayéndolas. Cada uno marca su propia intensidad. Además, con el CrossFit descubres cosas nuevas.

¿Por ejemplo?

Que eres capaz de hacer cosas que creías imposible hacer. Esa sensación engancha mucho.

El deporte me aburre... ¡Convénzame!

¿Quién no ha jugado a campo quemado o a relevos...? Reproduces los mismos ejercicios, así que te devuelve a la infancia. Eso es algo divertido, ¿no? Y hay más...

¡Dele!

Cada día es diferente. En los gimnasios la gente se aburre, le cuesta aprender la coreografía...

¡Convencido! Quiero dedicarme a saco...

Espere. También puede ser duro.

¡Cómo! ¿No habíamos quedado en que era para todos los públicos...?

Y lo es. Pero uno puede tomárselo como un hobby y otro muy en serio, haciendo ambos lo mismo.

¿Cómo dice?

Hay un concepto muy importante del CrossFit, el workout of the day.

¡Mandeeee!

Sí, el WOD. Son, digámoslo así, los deberes del día. Desde la mañana a la noche, toda la gente que participa hace el mismo tipo de ejercicios. Acometes un programa en un tiempo determinado o con una frecuencia precisa. Lo bueno es que cada uno decide cuál y el grupo no avanza hasta que no acaba el último.

¡Fuenteovejuna!

Hay una sensación de compañerismo muy íntima. Los que acaban primero ayudan a los más rezagados pero nadie queda atrás.

¿Qué me aporta esa modalidad de puertas afuera del box?

Estar preparado para lo desconocido, para cualquier cosa que te venga. Eso es bueno. Nada te va a pillar desentrenado.

Urtzi se ha convertido ya en un venerable gimnasio...

Es el más antiguo de Bilbao, con 34 años de vida.

¿Ha cambiado mucho la forma física del bilbaino en este tiempo?

Sí. Antes no veías amas de casa, gente mayor. Hoy tenemos un socio de 94 años y todo el mundo está concienciado con el deporte.

Esos gimnasios ultramodernos llaman mucho...

Lo que importa es quién te ayude. Es como ir al médico. ¿Qué prefieres, un quirófano de lujo o un buen cirujano? Si tienes las dos cosas, mejor, claro.