Los ositos se quedan huérfanos
El empresario alemán Hans Riegel, quien ideó las populares gominolas de Haribo, fallece a los 90 años y deja una empresa que da empleo a más de seis mil personas
Bilbao
Resultaría difícil encontrar a una persona que no haya comido o haya comprado para sus hijos esos caramelos de goma con forma de ositos que fabrica la marca alemana Haribo. Sin embargo, muy pocos de esos consumidores de chucherías saben que tras las citadas golosinas se encontraba un empresario que fue piloto de helicópteros, cazador apasionado en África y deportista de élite. Ese hombre era Hans Riegel, que acaba de fallecer a los 90 años de edad.
Riegel, propietario de la empresa alemana Haribo, convirtió a los ositos de goma de colores en todo un icono del mundo de las golosinas. Haribo hace a los niños felices... y a los adultos también. El eslogan del fabricante de caramelos desde hace décadas es un clásico en los hogares alemanes. Hans Riegel era Mr. Gummibärchen (El señor de los ositos de goma), y con su desaparición se va uno de los últimos grandes patriarcas de una empresa originada durante la era del milagro económico alemán, en la década de los 20, que acabó convirtiéndose en líder del mercado y exportando a numerosos países.
Piloto de helicópteros, cazador apasionado en Austria o de la caza salvaje en África y deportista de competición (fue campeón de badminton en Alemania), Riegel se convirtió en una personalidad brillante y un genio del marketing. Como rey de los dulces ositos, se encargó de velar por la receta secreta que recibió junto a su hermano Paul en 1947 de su padre Johann, conocido como Hans, y convirtió a las gominolas con sabor a frutas en incondicionales en las estanterías de caramelos de todo el país y, posteriormente, de las tiendas de todo el mundo.
en 110 países La pequeña empresa de su padre, asentada en Bonn, se convirtió en todo un imperio. El nombre de la marca proviene de las primeras sílabas de Hans Riegel Bonn. El negocio está actualmente en manos de sus dos sobrinos, Hans Arndt Riegel y Hans Guido Riegel, desde la muerte de su hermano Paul en 2009 y el tumor benigno que tuvieron que extirparle a él el pasado año. Los analistas del sector estiman las ventas anuales de Haribo, con 15 fábricas por toda Europa que dan empleo a alrededor de 6.000 trabajadores, en aproximadamente 2.000 millones de euros. Mientras, el patrimonio de la familia está valorado en 2.750 millones de euros. Los productos de la marca se exportan a 110 países de todo el mundo.
En sus inicios, esta compañía contaba con solo una bolsa de azúcar, una caldera, una losa de mármol y un horno de ladrillos. Todo lo necesario para alcanzar el éxito mundial.
otros caramelos de éxito No fue Hans Riegel el único empresario que amasó una fortuna con el dulce negocio de la fabricación de caramelos. En Catalunya, Enric Bernat, fundador y presidente de S.A. Chupa Chups, tuvo en 1957 la genial idea del caramelo con palo. Un estudio demostró que de todos los caramelos consumidos en el Estado español, el 67% lo comían niños menores de 16 años. Pero, aunque pareciese mentira, no había un solo caramelo ideado para ser consumido por niños. Estos solían comer unas bolas azucaradas que se metían en la boca, pero al notar un excesivo dulzor, se las sacaban, pringándose las manos. El palo del chupa chups acabó con el problema. No tan famoso, pero también mítico, fue el Chimos, un agujero rodeado de buen caramelo, como decía su eslogan comercial. La lista de golosinas míticas es tan amplia como la satisfacción que siguen produciendo en miles de personas.