bilbao. Defensor de mejorar el interior de las personas antes de comenzar a construir un buen exterior, Gorka Bilbao (8 de marzo de 1983, Larrabetzu) es desde hace nueve años entrenador personal, además de monitor de musculación y expelotari. Un auténtico tres en uno.

Usted, entre otras cosas, es 'personal trainer'. ¿Qué es eso?

El personal trainer es un profesional que se dedica a personalizar el entrenamiento de una persona, bien sea planificando una tabla de ejercicios según sus características, proponiendo una dieta personalizada o realizando labor de coaching: ofreciendo motivación a la persona para la que se trabaja. Se trata de ayudarle a mejorar sus características físicas y también, las psicológicas.

¿Qué es lo que más demandan los clientes con los que trabaja?

Sobre todo buscan bajar de peso. Luego hay otro grupo de personas que demanda el aumento de la masa muscular. Pero también hay personan que tienen problemas de autoestima y por eso demandan nuestros servicios. Hay gente que tiene muchos complejos y nosotros tratamos de ayudarles.

¿No es un poco masoquista tener a un preparador físico ordenándote en tu propia casa?

Je, je. No lo veo así. Es otra posibilidad, otra opción para entrenar. Cada uno tiene que saber qué necesita, ya sea en casa o en un gimnasio.

¿A quién le gustaría entrenar?

Me gustaría entrenar a Mario Vaquerizo o a Aitor Ocio. Alguien que sea perfeccionista, pero a la vez divertido.

Aznar, uno que no parece divertido, luce tableta de chocolate. ¿Es esa una buena señal para el resto?

Je, je... Es bueno. Pero eso que dicen que hace un montón de abdominales para conseguir la tableta de chocolate es un mito. Lo que sigue es una dieta muy estricta y las directrices de su entrenador.

¿Qué tiene de cultura el culturismo?

De cultura tiene más bien poco. Je, je. Lo que tiene es mucho de disciplina y muchísimo de culto al cuerpo, pero no de cultura.

¿Es necesario tanto espejo a la hora de hacer pesas?

No, no. Desde mi punto de vista lo importante es estar bien por dentro para verse bien por fuera. Lo demás son obsesiones y el problema es que cada vez se están dando más. Lo más importante es cuidar el interior. El exterior ya vendrá luego.

¿No hay pesas para el interior?

¡Claro que las hay! Se puede conseguir con técnicas de coaching, de motivación, de equilibrio interno. Es mucho más complicado lograr mejorar por dentro que por fuera.

En verano son muchos los que buscan una mejoría exprés. ¿Es eso posible?

Es imposible hacer algo así en un mes o dos. Mejorar físicamente requiere mucho más tiempo, esfuerzo, constancia y disciplina.

¿Qué tienen los abdominales que vuelven loco al personal?

Ni idea. Eso es lo que digo yo. Mejor preguntárselo a las chicas. Los abdominales tienen mucho éxito, pero es un misterio saber cuál es la causa.

También las hay que suspiran por tener un culo de piedra.

Para eso hay que pasar por el quirófano fijo... Je, je, je. Se puede mejorar con ejercicio, pero los milagros no existen.

¿Por qué gustan tanto las camisetas ajustadas en el mundillo de los musculosos?

No lo sé, pero hay gente que parece que lleva puesta la camiseta de su hermana pequeña. Hay muchos que van prietos como un condón.

Entonces, ¿mejor con camiseta o sin camiseta?

Yo prefiero sin camiseta, ah, y también sin luz. Je, je.

¿Se liga más marcando bíceps o luciendo una bonita sonrisa?

Depende. Una sonrisa dice mucho, pero unos bíceps también tienen su público. Eso sí, en Euskadi hace falta algo más. Es complicado ligar aquí. Así que tampoco viene de más un buen trípode. Con eso vas p'alante. Je, je.

Ahora que aprieta el calor, ¿cuál es la mejor dieta del verano?

Para el verano... la mejor dieta de todas es la del cucurucho (comer poco y fo... mucho). Sin duda. Je, je, je.

Usted ha sido pelotari aficionado. Dicen los técnicos que la clave de un buen manista es que tenga un gran garrote. ¿Está de acuerdo?

Sí. Es verdad. Con eso se domina el juego. Je, je. El que más garrote tiene, y en esto me voy a mojar, porque sé que no se va a molestar, es Hodei Beobide. Con mucha diferencia. Je, je, je.