Bilbao. Su profesión está mal vista y su pasión causa admiración allá por donde va. No en vano, la vida de Josu Baranda en la oficina del BBVA y Txagu Magu sobre el escenario recuerda al cara y cruz de las monedas. Acaba de regresar "de la otra" República Dominicana, donde ha viajado con una maleta de mago plateada y un deseo: llevar su espectáculo allá donde se haga más necesario. Lo ha hecho para sumarse a la caravana del mago Zaki, inmerso en un proyecto de tres años, La magia de una sonrisa, en el que recorre 14 países distintos de Latinoamérica. Esta aventura solidaria puede seguirse en zakimagoa.blogspot.com. Josu Baranda lo ha hecho en persona.

Siendo bancario y mago, ¿conoce el truco para salir de la crisis?

No se dice truco, se dice juego.

Entiendo, hablándose de bancos, nombrar la palabra 'truco' queda raro...

Ja, ja, ja. ¿Queda feo, no? Si tuviese el don, haría lo imposible para que desapareciese la crisis de nuestras vidas.

¿No fueron los bancos los que la sacaron de la chistera?

No, no. Yo creo que nos metimos un poco entre todos, unos más que otros. Pero más que buscar culpables hay que buscar soluciones. Y también vendrán de una acción común.

Con la que cae, usted va y viaja a la República Dominicana

A la otra República Dominicana, donde nadie lleva la pulserita de marras. Ya acompañé a Zaki Magoa en un campamentos de refugiados del Sahara y ahora he descubierto un país bien distinto al que me imaginaba de su mano.

¿Entienden la magia?

La magia es democracia pura: no entiende de raíces, ni de idiomas o clases sociales.

¿Qué juego le hubiese gustado hacer allí?

Si fuese capaz de hacer aparecer una barra de pan, mejor que mejor.

¿Fueron bien recibidos en la pobreza?

Sí, pero hay quien tiene 40 años y no ha visto un mago en su vida. Eso acarrea problemas.

¿Cuáles?

En algunos sitios nos vetaron porque pensaban que era brujería y tienen su opinión respecto a los brujos.

Quizás los niños...

Son más receptivos, sí. Aunque la magia tiene la virtud de sacarte el niño que llevas dentro aunque no quieras que salga.

¿Rieron los niños pese la pobreza?

Son felices a su manera. Pero sí es verdad que los niños de los países pobres se hacen pequeños adultos a la fuerza.

¿Y eso supone, a efectos artísticos?

Una dificultad añadida porque son más avispados. No tienen tanta inocencia.

¿Con qué objetivo se sumó al proyecto?

Hacer desaparecer los problemas por una hora y arrancar sonrisas, algo que logramos.

¿Qué número no le salió bien allí a la vida?

Duele muchísimo que en los bufés de los hoteles, una zona muy pequeña en la escala del país, sobre comida que se tira y en otros muchos lugares se pase hambre.

¿Recuerda qué sintió la primera vez que vio un número de magia?

Para mí fue un milagro. Y esa sensación es la que me gusta recrear ante los más pequeños.

Complete la frase: "Abracadabra, pata de cabra, que..."

...no falte un plato de comida en la mesa de nadie. Nunca.