Parece ser que ya han finalizado los atracones navideños que nos han hecho subir de todo… colesterol, triglicéridos, glucosa y, sobre todo, las ganas de hacer ejercicio. Concretamente, las ganas de salir a correr, que parece que es uno de los ejercicios preferidos estos días. Pero no se alarme, se calcula que en aproximadamente cinco o seis días esas repentinas ganas de hacer deporte se eliminarán completamente y todo volverá a la normalidad, querrá volver a sentarse en el sofá con una cervecita y hacer una sesión continua de “sillón ball”.
Y si pasa una semana y no se le han quitado las ganas de seguir saliendo a correr, si además ha comenzado a cronometrarse y a apuntar los tiempos que ha realizado en su última sesión, se ha hecho un acérrimo fan del blog“Correr no es de cobardes” del gran Iker Martín Urbieta o, incluso, se le ha pasado por la cabeza la idea de ir a la tienda de deportes más cercana y gastarse los cuartos en un mejor equipamiento, entonces cuidado. Mucho cuidado. Está entrando en una fase preocupante. Hágase una pregunta, ¿está haciendo deporte para mejorar su imagen? Si es así, quizás el salir a correr tres o cuatro días a la semana esté perjudicando a su imágen más que el hecho de quedarse en casa tumbado. Sigue leyendo...