Es a prueba de cuestas y mañanas de resaca. "En desplazamiento ligero en un entorno urbano, esta bici va a ser un boom, revoluciona todos los conceptos", dice con amor de padre Javier Cuñado, socio director de ITEM Desarrollo de Producto, la consultora que, junto a la empresa BH, ha desarrollado las nuevas Emotion NEO. E-bikes de aspecto convencional que incorporan tecnología punta. Con esta bici, estas firmas vascas han recibido en Alemania el Eurobike Award 2011, un prestigioso galardón que premia el mejor diseño y la mayor funcionalidad en la cita más importante de la industria ciclista mundial. Sin excusas para subirse al sillín, el precio tampoco resulta disuasorio: 1.700 euros de media, en función de los componentes. "El tope de gama, con frenos de disco hidráulicos, con un sistema que retorna la energía a la batería y convierte el motor en una dinamo y con una electrónica más compleja cuesta 1.800 euros, pero al tratarse de un vehículo ecológico tiene una subvención del 25% PVP", señala Cuñado.
Sus aportaciones son innegables. Pero la auténtica novedad estriba en que la batería está oculta dentro del cuadro, lo que la convierte en puro diseño sobre dos ruedas. "En la inmensa mayoría se inserta un kit de electrificación que tiene un motor, una batería y un control y tú transformas una bici para que quepa eso, pero aquí todo está integrado", aclara Cuñado. "Nuestra primera premisa era que la geometría de la bici estuviese muy optimizada para que la conducción fuera comodísima. Se ha conseguido gracias a la integración de la batería en el tubo diagonal. Toda la eléctrica de control está ahí metida, de tal manera que no hay cajas ni volúmenes externos saliendo fuera del cuadro", explica Cuñado. "Además hemos hecho una bici bastante ligera. Pesa 22 kilos, seis o siete más que una convencional, pero con una carga de batería puedes conseguir hasta 90 kilómetros de autonomía en condiciones óptimas, circulando a 25 kilómetros hora".
El reparto de pesos se ha equilibrado con la batería delante y el motor detrás y lleva tres platos y ocho piñones, que consiguen 24 velocidades. Ojalá la hubiera podido disfrutar el corredor Cancellara, que el año pasado estuvo en el ojo del huracán y tuvo que desmentir haber utilizado una bicicleta eléctrica en sus victorias del Tour de Flandes y la París-Roubaix.
'no robable' Como no parece eléctrica, atrae menos a los ladrones. "Llama poderosamente la atención porque el personal dice: No puede ir a esa velocidad dando tan pocos pedales, pero la gente no consigue saber por qué es". Aunque la batería está bloqueada por candado, el propietario la extrae con facilidad. De hecho, está pensada para que el usuario deje la bici en la parcela de garaje o en la calle, desconecte la batería y la suba a casa o a la oficina. "En hora y media, ha cargado el 80% y en cuatro horas, el 100%. Con un consumo de cinco céntimos de combustible tienes una autonomía de 50 kilómetros yendo a un nivel de asistencia media".
Estas bicis solo tienen un problemilla: Si el ciclista no pedalea, el motor no ayuda. "Es que si no, sería una scooter -justifican-. De cada cuatro metros que avanza, uno es gracias al pedaleo y tres más son a cargo del motor. Utilizas solo el 25% de la energía necesaria para moverte y viajas en bici sin esfuerzo. Por eso es la alternativa ideal para desplazarte por ciudad porque te permite, por ejemplo, llegar al trabajo sin sudar".
Totalmente montada en la factoría de Gasteiz, esta bici eléctrica no está concebida para hacer ejercicio sino para viajar con comodidad y rapidez en el transporte motorizado más pequeño que hay. "Aquí nos falta tradición. La gente no va a trabajar, ni a hacer recados en bici, no como en Amsterdam o en Alemania", especifica Cuñado aportando un dato revelador, las 200.000 e-bikes vendidas en Alemania en 2010, frente a las cuatro mil comercializadas en España.