Afán de notoriedad, que hablen de uno aunque sea mal? Una heladería delicatessen de Londres lo ha vuelto a conseguir. ¿Que no tiene nada sorprendente que ofrecer a sus clientes? Pues qué mejor que poner a la venta un helado elaborado con leche materna al módico precio de 16,50 euros la copa. Qué más da la consiguiente polémica y que las autoridades municipales de Londres confisquen el producto en menos de una semana, alegando motivos higiénicos y de salud pública. El objetivo está logrado y los periódicos de medio mundo sitúan en el mapa la heladería, que por cierto se llama The Icecreamists y está en Covent Garden, por si les pica la curiosidad en su próximo viaje a la ciudad del Támesis.

Han de saber que estos genios del marketing basan su negocio en la provocación y dicen elaborar helados punks y sexies, que luego sirven en un ambiente ad hoc. En su carta boutique destacan, por ejemplo, los postres llamados Sex Pistols Natural Viagra o God Save the Cream. En vez de ofrecer ice creams, venden vice creams -un juego de palabras en inglés que apela a la palabra vicio-, helados que son "placeres subversivos y culpables". Avisados quedan, el local no es apto para menores.

Ante la repercusión que había tenido su última ocurrencia en los medios británicos y debido a puntuales denuncias de los consumidores, el Ayuntamiento de Westmister confiscó el lunes el nuevo producto fabricado con leche materna y prohibió su venta, alegando que no se pueden elaborar alimentos con fluidos humanos ya que podrían transmitir enfermedades. Por el momento, la prohibición es provisional y se está analizando el helado. "Vender alimentos hechos de fluidos corporales de una persona puede llevar a la transmisión de virus y, en este caso, potencialmente a la hepatitis", aseveró Brian Connell, un funcionario del ayuntamiento. Indicó que el dueño accedió a dejar de fabricar y servir el helado mientras se examinaba el singular postre.

banco de donaciones Matt O"Connor, fundador del local donde se elabora el helado a base de tres cuartas partes de leche materna, una de leche de vaca, vainilla y limón, dijo que las acusaciones son una "completa basura". También declaró que la leche materna -entregada por mujeres que respondieron a un aviso en un foro virtual de madres, según reveló- fue sometida a los mismos procedimientos "escrupulosos" que la leche, sangre y semen que se pueden encontrar en bancos de donaciones. "Si el helado no es seguro, entonces estas madres son un gran riesgo para sus bebés", añadió.

Ahí no quedó la cosa. El controvertido empresario manifestó que muchas mujeres se han ofrecido para donar su leche. "Puedes comprar alcohol y tabaco en Westminster, pero no leche materna", agregó a los medios británicos.

Para dar más notoriedad a su idea, el empresario ha bautizado el helado como Baby Gaga, sin que por una vez la cantante Lady Gaga, la genuina, haya tenido nada que ver con la ocurrencia, enfrascada como está en la promoción de su último single, Born this Way, que ya registra cuatro millones de visitas en Youtube. Aunque de fluidos también sabe bastante la estrella del pop, que ha anunciado la próxima comercialización de un perfume que estará fabricado con una muestra de su propia sangre y con extractos de semen.

El señor O"Connor no ha sido al primero al que se le ha ocurrido la genial idea. En 2008, el cocinero suizo Hans Locher se propuso hacer platos con leche materna como ingrediente. Más recientemente, hace un año, el chef Daniel Angerer, muy conocido en Estados Unidos por haber participado en un programa de televisión, hizo lo propio en su restaurante de Nueva York, donde llegó a elaborar queso con la leche que le sobraba de la madre de su hija tras amamantarla. A consecuencia de las respectivas polémicas, las autoridades sanitarias les hicieron ver la imposibilidad de comercializar estos productos, alegando siempre razones sanitarias.