Bilbao
Vuelos cancelados, escuelas cerradas, empresas con la persiana echada, más de 300.000 funcionarios sin trabajar, hasta el Congreso permaneció sin actividad... pero en casa mucho, mucho trajín. Las copiosas tormentas de nieve que, a finales del pasado año, paralizaron Washington y Nueva York durante varias semanas tuvieron, al parecer, efectos colaterales. Nueve meses después de las mayores nevadas en el área de la capital de Estados Unidos, varios hospitales se preparan para una avalancha de partos. El despliegue de medios es tan evidente que el prestigioso The Washington Post se ha hecho eco de los preparativos para el baby boom.
Entre noviembre y diciembre, el servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos decretó el estado de alerta en la mayor parte de la costa este del país, pero no informó sobre alguna de las actividades sísmicas que se registraban en muchos hogares. El nordeste de EE.UU. quedó cubierto por algunas de las nevadas más grandes y prolongadas en varias décadas que, además y como recuerda el diario, "dejaron a la gente atrapada dentro de casa y buscando formas de aliviar el aburrimiento". "Nueve meses más tarde, lo que la gente hizo puertas adentro parece listo para ser criado", añade el rotativo.
Con el objetivo de estar preparados para los inminentes partos, el hospital Holy Cross, en Silver Spring (Maryland) al norte de Washington, está incrementando su personal para atender a más de 800 mujeres que se han registrado para dar a luz allí en el próximo mes. Ann Burke, directora de obstetricia y ginecología en ese hospital, asegura que eso representa un incremento del 75% sobre las cifras de partos en el mismo periodo de los dos últimos años.
"Parece que cuando la gente se queda en casa, encuentra la forma de entretenerse. Además no hay que olvidar que en muchos casos y durante muchos días, miles de hogares estuvieron aislados y sin electricidad, comentó Burke.
Según Cindy O"Hara, directora de servicios de obstetricia en el hospital de la cadena Inova en Loudon (Virginia), este centro tiene inscritas en sus listas un número inusitado de parejas para dar clases de preparto y para tener allí a sus hijos en fechas próximas.
Igualmente, el Centro de Nacimientos y Salud Familiar en el nordeste de la capital, que atiende unos 25 partos mensuales, indicó que está contratando personal para atender más de cuarenta partos durante este mes de agosto, una cifra considerada récord y un dato hasta ahora imbatido, según su directora general, Cynthia Flynn.
The Washington Post señaló, sin embargo, que el Centro Médico Anne Arundel, el hospital de la Universidad Georgetown, el hospital Providence y el Centro para Desarrollo Familiar en Washington esperan un incremento bastante moderado en los nacimientos. Annamarie DeCarlo, portavoz del centro Anne Arundel, encontró una explicación más que razonable para contrarrestar los efectos de la encerrona invernal. "Yo creo que, quizá, la situación económica y la crisis han hecho que muchas parejas aplacen tener hijos", manifestó.
Pero el fenómeno no parece exclusivo de los norteamericanos. En Barcelona, varios hospitales y clínicas de la ciudad estimaron que los nacimientos se habían incrementado en un 45% nueve meses después del gol de Iniesta que dio al Barça el pase a la final de la Champions. Hasta Guardiola celebró "que la gente se anime" cuando el Barça gana. Ahora habrá que esperar al próximo abril a ver si otra vez Iniesta ha encendido los ánimos del personal con su gol en Sudáfrica.