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"Los "diamantes de sangre" me han hecho llorar"

Veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Durante siete años no hubo soles ni lunas para Ludo Michielsen, el hombre que ha creado un nuevo tallado de diamantes, el Centenaire Cut, un prodigioso corte de cien facetas, inspirado en viajes y la imaginación

"Los "diamantes de sangre" me han hecho llorar"Foto: pablo viñas

bilbao. Años de sangre, sudor y lágrimas, "de días de no ver a la familia pese a trabajar en la misma casa", estuvieron a un paso de irse al traste por culpa de un dolor de tripas del corazón de Ludo Michielsen. Acababa de hallar un nuevo tallado de diamantes, un fabuloso corte de cien caras, y era el diamantista elegido para la muestra Best of Belgiumcon la que se celebraba, en 2005, el 175 aniversario del país centroeuropeo. El lugar escogido era Hong Kong, la NBA del diamante. Su sueño cobraba vida y...

¿Qué pasó?

Que el corazón no tiene la misma resistencia que mis materiales de trabajo y dijo basta. Me dio un infarto salvaje que me tuvo casi mil días en el hospital...

¡Adiós a la gloria!

Eso es lo de menos; lo que más me importaba era el adiós a la vida. Casi muero de un infarto por conseguir el sueño de mi vida, pero mereció la pena. Claro que eso lo digo porque sobreviví, porque si hubiese muerto...

¡No hubiese podido decir nada!

Ja, ja, ja. Eso es. Ningún sueño merece la pena por encima de la vida, pero no sé si la vida merece la pena sin ningún sueño.

¿Cómo es posible sacarle el calor a una piedra tan fría?

Con pasión. La pasión lo calienta todo.

¿Todo, todo?

¡Todo, todo! Usted mismo lo habrá comprobado. Y si no lo ha hecho... ¡pobre de usted!

¿Ha oído hablar de los "diamantes de sangre"?

Por supuesto. Nos han hecho llorar a todos los que trabajamos con esta fabulosa piedra. Ninguna felicidad merece la desgracia de un semejante. Hay que ser feliz con y no feliz contra.

Un diamante con cien facetas, el Centenarie Cut... ¿Tan importante es la fachada?

Los diamantes son como los hombres: lo importante está en el corazón, en su interior. Este tallado empieza de dentro afuera y la luz salta de cara en cara, rebota haciendo parábolas y queda capturada en el interior.

¿Y con ello se consigue...?

Un reflejo mil veces más intenso que con las tallas clásicas. La luz que irradia este tallado recuerda una corona de rayos de sol; es reconocible a distancia.

Es también un faro de atracción para los ladrones...

Los diamantes siempre lo han sido. Son un imán para toda la población; para los buenos y para los malos de la película.

¿Quiénes son los buenos, quiénes los grandes consumidores del lujo?

Mi mercado crece desde Escandinavia hasta los países de Oriente. Amberes, como bien sabe, es una de las grandes capitales del diamantes sobre la faz de la tierra.

¿A quién le invitaría a desayunar junto a una de sus "criaturas"?

¿Audrey Hepburn ya no está viva, no...? ¡Qué lástima! Entonces tendré que decir que con mi mujer.

¿Qué prima más en la talla; el talento o la perseverancia?

Como ocurre en la vida: sin una mezcla de las dos virtudes es difícil alcanzar grandes metas. La talla es un trabajo artesano, minucioso y que requiere horas y horas de trabajo sin perder de vista la creatividad.

¡Puede hacer dos cosas a la vez!

Ya. Parezco un hombre superdotado, ¿no?

¿Cuántas veces le ha tentado llevarse el fruto de su trabajo al bolsillo?

Tantas como he pensado lo incómoda que debe ser la celda de una prisión.

Pongámosle precio a su trabajo...

¡Impagable! Ja, ja, ja. Los diamantes tienen fama de caros... ¡Y en realidad lo son!