Desde 1991, el epicentro vital y profesional de Mikel Palomera se encuentra en Martorell. Sin embargo nunca aparta el periscopio de su Erandio natal, donde guarda parte de su sufrido corazón rojo y blanco. Es lo que tiene hacerse ingeniero industrial a la vera de San Mamés.

¿Qué siente cuando escucha la palabra ‘automóvil’?

-El automóvil es parte esencial de mi vida. La totalidad de mi trayectoria siempre ha estado ligada a este sector y gracias a él me he desarrollado tanto a nivel profesional como personal, además de conocer a una gran cantidad de personas por todo el mundo, algo realmente enriquecedor.

Su sector vive hoy un momento clave.

-A nivel nacional, estamos en un momento de transformación en el que nos enfrentamos al reto de la renovación del parque móvil, muy antiguo en nuestro país, ligado a la progresiva reducción de emisiones de la mano de la electrificación de los vehículos. Es un camino que todas las marcas ya hemos empezado a recorrer, y en el que necesitamos la colaboración de todos. Asimismo, otro gran desafío es la escasez de semiconductores y el incremento en el precio de las materias primas, que está condicionando en gran medida las ventas de la práctica totalidad de las marcas.

La carencia de esos dichosos microchips está afectando al gremio que, tras una pandemia que obligó a cerrar concesionarios, no puede, ahora que hay clientela potencial dispuesta a comprar, producir los coches necesarios para atender esa demanda. ¿Error de cálculo o mala suerte?

-Es una situación complicada. La pandemia de la Covid-19 ha tenido un fuerte impacto, y podemos hablar de una especie de ‘tormenta perfecta’ que afecta al encarecimiento de las materias primas, de las fuentes de energía, de los fletes marítimos o, como mencionas, de los semiconductores. El cierre de las plantas de fabricación de semiconductores en países del sudeste asiático está obligando a realizar ajustes en la producción global de automóviles. Asimismo, y debido también a la pandemia, el consumo de elementos electrónicos de todo tipo se ha elevado sustancialmente, con una demanda muy alta, que también ha obligado a generar un aumento de su fabricación y, por tanto, de los semiconductores que incorporan.

¿Hasta cuándo van a perdurar esos problemas de suministro?

-Probablemente haya que hacer un replanteamiento profundo de toda la cadena de valor del automóvil para estar menos expuestos en el futuro a estas circunstancias, aunque a corto plazo vamos a tener que adaptarnos a este nuevo entorno. No me atrevo a dar una fecha pero, aunque confiamos en que la situación mejore progresivamente, el año 2022 aún estará condicionado por la falta del suministro habitual de semiconductores.

¿Cómo cree que afectará a la economía de un país como España, exportador de coches, que obtiene la décima parte de su PIB de la automoción?

-Confío en el sector, que siempre ha mostrado una gran capacidad de recuperación. Es evidente que el automóvil es uno de los principales actores económicos del país, y por ello estamos trabajando para que vuelva a la normalidad cuanto antes. El gran reto que debemos afrontar ahora como país es la renovación del parque a través de la electrificación de la industria del automóvil. En primer lugar, fomentando el rejuvenecimiento de ese parque automovilístico y, en segundo, impulsando la infraestructura de carga y las ventas de vehículos electrificados.

¿Compromete esta situación la supervivencia de concesionarios, factorías e incluso de alguna marca de automóviles?

-Cualquier proceso de transformación profunda como tenemos en el automóvil puede comportar efectos colaterales en la cadena de valor y en los actores involucrados. Hablando de nuestra compañía, SEAT S.A., tenemos dos marcas fuertes, SEAT y CUPRA, seguimos contando con la confianza de nuestros clientes y necesitamos una red comercial fuerte. Trabajamos codo a codo con ella para mantener su rentabilidad y, por lo tanto, su capacidad de adaptación ante las nuevas situaciones del mercado. Nuestros concesionarios no están solos, y seguirán siendo una pieza básica en este proceso de asesoramiento y venta a los clientes. Y si hablamos de nuestra fábrica, es un ejemplo en cuanto a las medidas de flexibilidad que hemos tomado, y estamos haciendo todo lo posible para entregar la alta demanda a los concesionarios y clientes.

La sostenibilidad, la descarbonización y la transición energética marcan las pautas de desarrollo de los automóviles modernos. Gobiernos, fabricantes y empresas del ámbito de la energía apuestan decididamente por un porvenir electrificado y hacen apostolado del coche eléctrico. Pero, admitámoslo, el público no termina de verlo tan claro, ¿no cree?

-Sostenibilidad y descarbonización nos van a llevar a que el futuro, a medio plazo, sea eléctrico. Pero se deben llevar a cabo una serie de acciones como, por ejemplo, generar más energía renovable y, sobre todo, mejorar la infraestructura de carga para incrementar las ventas de vehículos electrificados. Necesitamos que mejoren las infraestructuras, en especial fuera de las grandes ciudades, porque no olvidemos que la demanda hoy está concentrada en Madrid y Barcelona. Es necesario hacer mucho más aún por parte del Gobierno y de la iniciativa privada para conseguir que haya una infraestructura de carga lo suficientemente amplia como para que se consiga precisamente democratizar el vehículo eléctrico. Nosotros, en SEAT S.A., no podemos hacerlo solos; las administraciones deben participar todas juntas, locales, regionales, nacionales… Por tanto, hay que hacer cambios en nuestro país para su electrificación. Es indispensable que el coche eléctrico esté disponible en España de forma masiva y no solo para las personas con más poder adquisitivo.

Plantearse hoy la compra de un automóvil nuevo supone enfrentarse a la duda de qué tecnología elegir. ¿Se atreve a aconsejar una?, ¿algún tipo de hibridación?, ¿quizá un modelo 100% eléctrico?

-Hay una solución diferente para cada necesidad. Como muestra, nosotros ofrecemos hasta cinco tecnologías diferentes en el nuevo León, para que el cliente elija la que más se ajuste a sus necesidades. La variante que más está creciendo actualmente es la de los modelos híbridos enchufables, debido a su mayor versatilidad. Serán la puerta de entrada a la electrificación y ya están adquiriendo un gran protagonismo en el mercado. Sin duda, se erigen como la compra más inteligente en este momento en las grandes ciudades, por regulación y eficiencia.

A propósito de coches eléctricos, permita que le traslade una reflexión al alcance de cualquiera. ¿Es sensato hoy que un particular compre un coche a pilas, bastante más caro que uno normal equiparable, sabiendo que esa decisión no le conducirá lejos y le obligará a vivir buscando un enchufe?

-No comparto este planteamiento. El análisis no es sólo de precio de compra, que además cuenta actualmente con importantes ayudas, sino de coste de propiedad. En función del uso, el eléctrico puro se puede amortizar respecto a uno de gasolina por el menor coste de la energía que lo mueve. Eso sin tener en cuenta las ventajas en ayudas a la compra y en el uso a nivel impositivo.

Cambiemos de tema. ¿Ve motivos para el optimismo a las puertas de un 2022 que añade a las dificultades actuales una subida de precios al recuperarse la carga impositiva plena por emisiones de motores térmicos?

-En mi opinión, ahora más que nunca es necesario aclarar cuál es el modelo de movilidad que queremos para España, y establecer medidas que favorezcan la progresiva transición hacia el vehículo cero emisiones y la necesaria renovación de nuestro parque automovilístico, manteniendo el empleo y la producción.

¿Se sienten apoyados por el Gobierno?

-El Ministerio de Industria, encabezado por la ministra Reyes Maroto, siempre ha mostrado una gran sensibilidad hacia el sector del automóvil en estos tiempos de cambio y transformación. Todos estamos en el mismo barco y compartimos un objetivo común: adaptarnos a las nuevas reglas de juego para mantener este milagro industrial que representa la automoción en España y seguir creando riqueza durante muchos años para este país.

Fabricantes y distribuidores están sobrellevado la pandemia, y lo que esperamos sea su epílogo, gracias a ayudas de la administración que tienen fecha de caducidad. ¿Prevé secuelas en el empleo si no se recupera la plena actividad en el sector?

-Hasta el momento, hemos superado la pandemia sin recortes en el número de concesionarios, tampoco en nuestras fábricas, y ya estamos en un escenario de demanda pre-Covid, como en 2019.

Los fabricantes de automóviles incentivan cada vez más los canales de venta online y el trato directo con la clientela. En otros sectores, ese ha sido el paso previo a la supresión de intermediarios. ¿Entiende que los concesionarios lo perciban como una amenaza directa a sus intereses?

-La industria de la automoción se halla inmersa en profundos procesos de transformación transversales que afectan a múltiples áreas de nuestro negocio. Una de ellas es la transformación del proceso de venta, debido al cambio en el comportamiento de los clientes y sus costumbres de compra cada vez más digitales, aceleradas durante la pandemia. Ello nos ha llevado a algunos fabricantes a activar otra transformación, en este caso en el modelo de distribución, para adecuarnos, siempre de la mano de nuestra red de concesionarios, a la entrada de nuevos competidores que están impactando en nuestra cadena de valor comercial. Los concesionarios se tienen que adaptar a las necesidades de los clientes, y desde SEAT España vamos a acompañar y apoyar a nuestra red en todo momento. Tenemos un gran reto ante nosotros, y no tengo ninguna duda de que ahí estarán nuestros concesionarios para seguir siendo una pieza fundamental en el proceso de compra.

Con el margen de maniobra para vender acotado, si además ven reducido el negocio de la posventa por la proliferación de modelos eléctricos que requieren menos mantenimiento, ¿no peligra su rentabilidad?

-Estamos reduciendo los costes financieros de los concesionarios, y la distribución en el futuro sigue pasando por ellos. Además, los vehículos 100% eléctricos son muy tecnológicos, y van a requerir operaciones profesionales en las que el concesionario oficial seguirá siendo la mejor alternativa. Por otra parte, la nueva movilidad abrirá nuevas oportunidades para los operadores que quieran apostar por satisfacer las necesidades de sus clientes.