La Sala Canal Isabel II de Madrid presenta estos días la exposición ‘David Delfín’, que ofrece una visión global de la trayectoria de este original creador y en la que se analizan sus claves a la hora de diseñar y plasmar sus ideas en prendas. Y todo a través de sus influencias, su inconfundible estilo, su gama cromática y el cuidado patronaje que practicó. Hablamos con Raúl Marina de Diego, comisario de la exposición.

La exposición recorre la carrera creativa de Delfín incluyendo no solo prendas, sino también fotografías, vídeos, escritos y diversos materiales de archivo, tanto personales como de trabajo. Aparte de las visitas guiadas y las actividades paralelas, la muestra se acompaña de un catálogo que incluye textos del comisario de la exposición, Raúl Marina de Diego, del crítico de arte Fernando Castro, de la especialista en moda Esperanza García y del coreógrafo Dani Pannullo. El comisario de la exposición, Raúl Marina de Diego, cuenta más detalles sobre esta muestra homenaje cuya fecha de apertura prevista era, de forma gratuita, hasta el próximo 10 de mayo, calendario que sin duda alterará la crisis del coronavirus, que ha obligado al cierre de todo tipo de exposiciones.

¿Por qué ahora esta exposición?

David Delfín ha sido uno de los creadores españoles más relevantes que ha visto el siglo XX. Dio un giro a la moda española y abrió la puerta a una generación de diseñadores que entendieron la moda desde un lugar más interdisciplinar y vieron factible la posibilidad de crear con mayor libertad, sin sentirse encorsetados por una única manera de hacer. Fue uno de los representantes del diseño vanguardista y provocador dentro de la moda española, y significó aire fresco y valentía elevando la moda a un estadio superior, abriéndola a nuevos formatos, dotándola de una visión más artística y envolviéndola de un aura de reflexión y simbolismo propia de un creador, ya no solo de un diseñador.

¿Cómo está distribuida?

La exposición hace un recorrido por todas sus creaciones de manera cronológica, partiendo de su primera colección, no planteada inicialmente como tal, Sans titre, de 1999, sino como un ejercicio pictórico en busca de nuevos soportes, pasando por Cour de Miracles, que prácticamente ocupa la planta de la entrada, una colección que sufrió duras críticas por parte de un sector de la prensa al ser mal interpretada, pero que sirvió de revulsivo para defender su particular universo. Así sucesivamente, el discurso pasa por cada una de las colecciones, que nos muestran su madurez creativa año tras año. La tercera planta está dedicada a la parte documental, a mostrar el carácter interdisciplinar de David Delfín, y encontramos fotografías, videoarte, poemas, bocetos, escritos y material de trabajo que nos hace acercarnos mas íntimamente al creador. La última parte del edificio recoge una instalación pensada como elemento experiencial para el visitante, partiendo de uno de los diseños de la colección Playback. Decidí intervenir de algún modo en el edificio homenajeando a este artista y dando al visitante una experiencia sensorial que nos acerca al universo creativo de David.

¿Cómo se eligieron las prendas?

La selección parte de la idea de mostrar el trabajo de David, sus colecciones, obviamente, pero también su visión artística y reflexiva acerca del mundo de la moda y del arte. Las piezas pretenden crear un dialogo y acercar al visitante a la mirada de David acerca de la moda como expresión artística.

¿Y a quién pertenecen?

La mayoría son piezas de archivo de la marca Davidelfin, que creó junto a los hermanos Gorka, Diego y Deborah Postigo y a su musa y alma gemela, Bimba Bosé. Pero también encontramos piezas de colecciones privadas, como Soledad Lorenzo, Alaska, Esperanza García Claver o Esther Peiró.

¿Es Delfín un referente en la moda española?

David abrió la moda española a la vanguardia. Su particular forma de entenderla, su visión interdisciplinar y su universo creativo mostraron una libertad y una valentía nunca antes apreciadas con tanta fuerza en el panorama nacional. Rompió las fronteras que parecían existir entre arte y moda logrando acceder a una galería de arte. Recordemos Extimidad en la Galería de Soledad Lorenzo (Madrid) en 2004, posteriormente llegó el CAC Málaga en 2006 con Cuerpo extraño y el Guggenheim en 2008 participando en Cosas del Surrealismo. Hizo de lo artístico algo comercial y fue un visionario siendo el primero en hablar y tratar de crear una moda agender. Amplió el alcance de la moda más allá de sus aparentes fronteras, no solo por presentar sus colecciones con unas revolucionarias puestas en escena, sino por apoyarse en otras formas de expresión como la música, la performance, la danza, el vídeo o la fotografía.

¿De dónde surgía su manera de diseñar?

Del mundo de arte y las cuestiones existenciales propias del ser humano, de lo oculto, el inconsciente, el mundo de los sueños? Eran los principales lugares en los que encontraba inspiración. Le gustaba seducir, provocar, crear tensiones existenciales, remover las conciencias y transcender más allá de lo estético. Debajo de cada diseño había un pensamiento, eran el resultado de una reflexión. David Delfín definía la moda como un instrumento por el cual materializar sus ideas y emociones.

Fue defensor de la moda como artefacto político, ¿cómo se materializaba esta defensa?

Bueno, más que como artefacto político, creo que como defensa de las libertades y de la particularidad. David defendió la diferencia con sus colecciones y la reivindicación de la misma frente a la norma. Más que un artefacto político creo que la moda para él era una forma de terapia.

Recibió el Premio Nacional de Diseño de Moda (2016) por la audacia, valentía y compromiso social de su obra, ¿cree que con este galardón se le reconoció suficientemente?

Creo que ese galardón es significativo e importante para cualquier creador, si bien es cierto que el reconocimiento a la genialidad es algo que debe hacerse desde varios lugares. Por eso, esta exposición ha sido planteada por mi parte como otra forma de reconocer su importancia y su valor dentro del panorama cultural español.

Así era

Diego David Domínguez González, David Delfín para el mundo de la moda, nació en Ronda (Málaga) en 1970. Comenzó su carrera como modisto en 2001 en Barcelona. Ese mismo año creó la marca Davidelfin junto a los hermanos Postigo y la modelo, musa y amiga Bimba Bosé. Su consolidación llegó en 2002, desfilando en la Pasarela Cibeles de Madrid con la colección Cour des miracles. Aquellos diseños, que causaron gran polémica, presentaban a las modelos con la cara tapada con capuchas a modo de burkas y con sogas de horca al cuello. Sin embargo, todo ese revuelo no impidió que fuera galardonado en 2003, de nuevo en Cibeles, con el premio a la mejor colección de un joven diseñador. Su última colección fue No One, presentada en 2014 en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (antigua Pasarela Cibeles).

Delfín sentía la moda como un arte polifacético, por ello realizó exposiciones en Madrid y Málaga donde mezclaba fotografía, vídeo, música y moda para expresar su manera de ver el mundo. Debido a su carácter multidisciplinar llevó a cabo infinidad de trabajos de todo tipo: diseños de programas de televisión, portadas de discos o colecciones para otras marcas, como la que realizó para unas conocidas zapatillas. También apareció de forma fugaz en varios espacios y series de televisión. Delfín representó como ningún otro el surgir de una nueva generación de jóvenes creadores que llegaron con la entrada del milenio.

En 2016 fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño de Moda. Ese mismo año fue intervenido de tres tumores cerebrales. Falleció en 2017. Este año hubiera cumplido 50 años de vida y 20 en activo como diseñador.