Una botella con un mensaje enviado por el pescador irlandés John Cunningham viajó durante 21 años hasta que fue encontrada en Noruega este año, informó The Sun.

El pescador, de 57 años, contó al diario que desde hace 40 años arroja botellas con mensajes al mar. Comenzó a practicar esta peculiar costumbre junto a su abuelo desde que era pequeño. Durante ese tiempo, recibió muchas respuestas. "Comencé a pescar en 1980, y desde entonces he estado poniendo cartas en botellas y arrojándolas al mar para ver si aparecían. He puesto fechas y he pedido en mensajes a cualquiera que las encuentre que me contacten", subrayó. "He recibido varias respuestas. En 2013, un mensaje que arrojé al mar diez años antes apareció en Islandia", añadió Cunningham. El que más viajó fue un mensaje que encontraron en Cabo Verde. El irlandés lo envió durante un viaje de pesca a las costas de Marruecos. "El otro día, alguien me envió un mensaje en Facebook diciendo que había encontrado una de las botellas en una isla llamada Grip, frente a la costa de Noruega. Esta botella fue puesta en el mar a unas 80 millas (128 kilómetros) al este de las islas Shetland el 10 de febrero de 1999", según contó el pescador. "No podía creerlo. Estaba totalmente sorprendido de que apareciera después de esta cantidad de tiempo", destacó Cunningham.

Este hallazgo le da una gran esperanza de que más personas puedan escribirle en el futuro, ya que arrojó muchas botellas similares durante mucho tiempo. Le encanta la idea de que, en un mundo dominado por las redes sociales, las personas se puedan comunicar de esta manera. Cunningham afirmó que seguirá lanzando botellas con mensajes al mar con la esperanza de seguir recibiendo respuestas.