AL igual que el perfume se vende en frasco pequeño, el ilustrador y diseñador de ropa David Martín Angulo reúne sus creaciones exclusivas en un local de apenas 6,5 metros cuadrados ubicado en el Casco Viejo de Bilbao. Se trata de la Concept Store más pequeña de Bilbao donde el artista de Muskiz ha hecho realidad un sueño que llevaba tiempo rondando en su interior: "Estoy empezando, pero he logrado dar forma a este espacio diseñado por mí, versátil, moderno, transformable...", cuenta.

En el cristal de esta tienda única y exclusiva a la que ha bautizado con el nombre de M.A. -las iniciales de sus apellidos, en homenaje a sus padres-, David ha escrito una frase: Inevitablemente no puedo estar lejos de ti. "No es una frase definitiva, tengo que encontrar el mensaje que me convenza. Me he dado cuenta que mucha gente mira, quiere saber lo que hay dentro, pero como el local es tan pequeño no se atreven a entrar. Eso me da pena. Lo que quiero es que no tengan vergüenza y entren para ver mis ilustraciones, las camisetas diseñadas por mí", comenta el artista.

Su pequeño sueño lleva poco tiempo abierto y está repleto de proyectos y de ganas de seguir avanzando en este complicado, pero a la vez apasionante mundo de la creación que le atrapó desde hace años. "He hecho muchas cosas, estudié administración de empresas, una carrera que nada tenía que ver con el arte", cuenta. Sin embargo, David tenía claro que no era a lo que se quería dedicar profesionalmente y por eso continuó con su formación y se adentró en el mundo de la ilustración. Algunas de sus creaciones dan color al número de diciembre de la revista Hermes, editada por la Fundación Sabino Arana. "Es complicado abrirse camino, pero no podré decir que no lo he intentado. Tuve la suerte de que en Bilbao Arte me dieran una beca para especializarme en grabado y serigrafía. Hago los originales con rotulador y los paso a serigrafía", describe.

Lo de encontrar un local donde ubicarse y seguir creciendo profesionalmente llegó por casualidad. David vio la oportunidad de comprar un local en el Casco Viejo de Bilbao y animado por su pareja se lanzó para dar forma a este proyecto personal y profesional en el que está empezando. "Era una tienda de chucherías de toda la vida. Conocía a la mujer que lo regentaba, el local se puso en venta y decidí hacerme con él para iniciar mi aventura", asegura.

Transformó y diseñó a su gusto la pequeña tienda en la que ha colocado una placa de metal en una de las paredes en las que expondrá también los trabajos de otros artistas. "Cada dos meses hago exposiciones y en función de las necesidades voy cambiando la tienda", dice. Su intención es combinar las ilustraciones en papel con el diseño de ropa. "Compro la tela, la estampo con mis manchas y dibujos. Tengo una serie hecha por mí y otra hago solo estampado. Es una línea más económica. Voy a mi rollo. Saco mini colecciones cápsulas, atemporales y sin género". Todas sus camisetas están pintadas a mano, pero según explica David para la mayoría de la gente no son artículos de primera necesidad y darles salida a productos exclusivos no es fácil. "Estoy empezando y me gustaría hacerme con una clientela más bien fija", dice. El siguiente paso que va a dar David es definir su página web y dar a conocer sus trabajos en las redes sociales. "Todavía no lo he hecho porque no tengo la idea clara. No quiero llevarme por las prisas y sacar algo que no me guste. Espero hacerlo antes de que se acabe el mundo", bromea el artista.