ME llamo Mikel y un día descubrí que podía ver, oír y sentir a los espíritus”. Con esta impactante declaración se presenta Mikel Lizarralde Goenaga (Urretxu, 1978), uno de los invitados estrellas que participan estos días en el Salón Internacional del Esoterismo y Terapias Naturales que se celebra en el Palacio Miramar de Donostia. En este evento abordó ayer mismo la supervivencia del alma después de la muerte. “Cuando morimos se acaba una parte de nuestra existencia, pero nuestra esencia perdura y se puede comunicar. Para demostrar eso, en los simposiums, ofrezco evidencias y me pongo en contacto con gente del público y les transmito mensajes”, declara este médium que es, en la actualidad, uno de los videntes más reclamados.

Lizarralde, director y fundador de Izarpe (Instituto de Ciencias Intuitivas y Terapéuticas), reconoce que ha sido intuitivo desde que tiene uso de razón y que desde bien pequeño ha visto y sentido espíritus. Cuando solo tenía 11 años empezó a hacer predicciones y para tranquilizar a la familia, que veía con desasosiego sus visiones, Mikel se excusaba diciendo que rezaba y hablaba con la Virgen.

Partiendo del hecho de que él asegura ser capaz de ponerse en comunicación con el espíritu de un muerto, el escepticismo reina a su alrededor, aunque confiesa que cada vez lo percibe menos. “Antes sí que había más escépticos y gente que venía para probar. Pero ahora la persona acude con más conciencia porque ya ha oído hablar de mí o ha hecho una investigación en Internet”. Matiza además que su función no es la de un adivino de feria. “Nuestro objetivo no es decirte cuántos coches tienes o el número de la lotería que va a tocar. Nuestra misión es ponerte en contacto con una persona cuyo cuerpo ya no está aquí, pero que sigue estando de otra manera, siempre dando evidencias irrefutables de quién es el que habla. Y después transmitimos el mensaje”. El urretxuarra actúa de enlace. “Aprendes a abrir esa antena o ese canal para recibir la información y también a cerrarlo porque si no, me volvería loco. Aunque a veces se me cuela alguna señal y se me cruza en mi día a día. Por eso es muy importante la formación”, precisa.

Derribando leyendas urbanas tétricas, Lizarralde asegura que el mundo de los espíritus está lleno de amor y luz. “Hollywood y las teleseries han tergiversado mucho las cosas. Pero el más allá es un lugar donde hay mucha paz, aunque es verdad que para llegar allí los espíritus han tenido que hacer una transición personal. Sin embargo, ese llegar a la luz es accesible a todos. Nuestros seres queridos quieren hacernos saber su realidad, y decirnos que se encuentran bien, que siguen viviendo después del cambio que llamamos muerte”, afirma.

Residente en Donostia, el don de Lizarralde le ha llevado a viajar por un sinfín de países para formarse e impartir clases o conferencias. Las nuevas tecnologías e Internet hacen también que la clientela de Mikel sea ya mundial. A su consulta, tanto off line como on line, acuden muchas mujeres pero cada vez más hombres y más jóvenes. “Prefiero verles, pero funciono sobre todo con el sonido de la voz. Aunque no basta con tener solo el don, también hay que estudiar mucho porque la técnica se aprende”. Y es que aunque empezó a echar las cartas siendo apenas un adolescente, a los 23 años conoció a Marilyn Rossner, una de las mejores médium, que le enseñó durante dos años y medio en Canadá. Después prosiguió sus estudios en Inglaterra en la Unión Espiritualista Británica y aún hoy continúa formándose para poner su talento al servicio de los demás.