Froilán ha sido víctima de un intento de robo en Ibiza, los hechos habrían tenido lugar el pasado fin de semana, cuando el hijo de la infanta Elena se encontraba junto a unos amigos en una villa de la citada isla , dónde estaba disfrutando de un tiempo de relax y varias fiestas y eventos.

¿ROBO O SECUESTRO?

Tanto Froilán como sus acompañantes estaban hospedados en Escuders, una de las mejores urbanizaciones de la isla pitiusa, cuando el sábado por la noche varias personas armadas entraron en la vivienda, cubiertos con pasamontañas y con gas somnífero en sus manos.

La intención de los supuestos ladrones al parecer aún no estaría muy clara y se baraja un posible intento de secuestro del sobrino del rey Felipe VI.

Además de los amigos del joven, en la vivienda también estaba presente el personal de servicio, que fueron los que se percataron de la presencia de los ladrones y los ahuyentaron justo antes de avisar a la Guardia Civil que se personó en el lugar inmediatamente, concretamente lo hicieron 18 agentes, tal y como informa 'El Confidencial Digital'.

Los agentes comprobaron que todos los presentes se encontraban bien , y comprobaron que los asaltantes se dejaron algunos objetos que actualmente se están analizando, entre los que se encuentran algunos pasamontañas que podrían contener restos de ADN.

Según informa 'El Confidencial Digital', los asaltantes podrían pertenecer a una organización criminal que funciona gracias a "chivatazos" de personas que informan dónde pueden encontrar objetos de gran valor.

Actualmente, la Guardia Civil está estudiando si, en esta ocasión, el objetivo de los asaltantes era dormir a las personas que se encontraban en la casa y llevarse a Froilán con ellos.

En la vivienda también se encontraba Aitor, el hijo del futbolista Guti, por el momento ninguno de los dos jóvenes se ha pronunciado sobre lo ocurrido.

Uno de los detalles que más habría llamado la atención de los agentes es el aerosol que los supuestos ladrones pretendían utilizar, ya que es muy poco común en España, y consigue sedar a las víctimas provocándoles un profundo sueño que deja síntomas como mareos, vómitos o picor de garganta al despertar.