londres - Ante la opacidad que rodea al inminente nacimiento del bebé de los duques de Sussex, los tabloides británicos cuestionan ese secretismo que, por lo pronto, les privará del tradicional posado de Enrique y Meghan con su recién nacido. ¿Nacerá en casa o en el hospital? O, incluso, ¿ha nacido ya? son algunas de las incógnitas que se plantean a diario periodistas y ciudadanos sobre la misteriosa próxima llegada del nuevo retoño real.

En un país donde la prensa sensacionalista encuentra un filón entre los miembros de la realeza, indigna la información a cuentagotas que se filtra sobre el que será el nuevo bisnieto de Isabel II y séptimo en la línea sucesoria. Una portavoz del palacio de Kensington aseguró a Efe que no hay “nada nuevo” en relación con el apodado por los medios nacionales baby Sussex y recordó que la planificación del evento “es privada”. Pero lo que más escuece entre la prensa gráfica es la firme decisión de los duques de saltarse un paso que se daba por hecho: la consabida fotografía de los padres con el recién nacido a las puertas del hospital. Algo que Catalina hizo con sus tres retoños, Jorge, Carlota y Luis.

Según fuentes citadas por The Sun -el diario de mayor tirada del Reino Unido-, prescindir del sacrosanto posado podría deberse a los “nervios” de la duquesa ante su primer parto, con lo que el matrimonio ha tratado de minimizar factores de estrés. El palacio de Kensington ha avanzado que, en lugar de esa tradicional instantánea, tomada ante decenas de paparazzi y cámaras de televisión de todo el mundo horas después de que la madre dé a luz, “los duques participarán, algunos días más tarde, en un photocall con el bebé”. - Patricia Rodríguez