pesar de ser películas muy entretenidas, la serie Terminator no ha hecho ningún bien para entender cómo funciona y cuál es la realidad de la robótica y la Inteligencia Artificial. No es fácil explicar las ventajas de esta tecnología porque en la actualidad forma parte de un puzzle en el que el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la nube, la ciberseguridad, la realidad virtual y todos esos avances tecnológicos que se te puedan ocurrir, son las piezas sueltas que la forman. Si ahora mismo fuera un estudiante de 18 años, pensando que carrera elegir, seguramente pensaría en un itinerario que me llevara a convertirme en un “master” de la Inteligencia Artificial, aunque posiblemente no es mi opción tecnológica favorita, pero sé que trabajo no me iba a faltar. No es que ahora esté de moda, son ya muchos años los que tiene encima, pero es verdad que ha llegado a ese punto en el que cada día veremos cómo nos puede ayudar a mejorar el planeta.

Todo el mundo piensa que la mayoría de las decisiones empresariales las suelen tomar sus CEOs o un nutrido grupo de expertos que forman los consejos de administración y que los contemplamos y admiramos como los gurúsEn realidad, sobre todo en Silicon Valley, la mayoría de las decisiones empresariales, si hay que hacer una fusión con otra compañía, qué pasaría si pivotamos y cambiamos nuestra orientación de software o lo que se te pueda ocurrir como decisión transcendental, es tomada por una máquina. Mas concretamente, una máquina a la que la hemos enseñado todo sobre nuestra empresa, que gracias al Big Data ha podido hacer millones de simulaciones en función de cómo actúa nuestro mercado y que en todos los casos que conozco siempre ha acertado con la mejor decisión. Cuando apareció el coronavirus, todos estos sistemas de Inteligencia Artificial, ya tenían en sus simuladores la posibilidad de algún tipo de catástrofe o problema que pudiera hacer que las cosas giraran casi 180 grados. A estas compañías no les ha pillado de vacaciones o reuniéndose de urgencia para ver qué decisiones trascendentales tomar. Sus promotores ya tenían encima de la mesa los diferentes escenarios y cómo tenían que acometer las decisiones a tomar a partir de ahora.

Lo más curioso es que en los diferentes laboratorios donde se están desarrollando las vacunas o donde se trabaja para luchar contra el virus, también se están utilizando estos sistemas de Inteligencia Artificial. Sus simuladores les indican cómo evoluciona la pandemia semanas antes de que nos confirmen las noticias que esto es así. Si vamos a tener un remedio o una solución a lo que tenemos encima, me da la impresión que no podemos dejar las últimas decisiones a gente desinformada, sin conocimientos ni la experiencia acumulada en este tipo de situaciones. Pero tampoco digo que la decisión la tome cualquier máquina. Al fin y al cabo somos nosotros los que las programamos, somos nosotros los que decidimos qué información, qué datos, son los que va a utilizar para ayudarnos en la toma de decisiones. Siempre que explico esto, sale alguien diciéndome que la Inteligencia Artificial no puede ser tan buena, porque el algoritmo de Netflix le acaba recomendando películas que no son las que realmente más le gustan. Pero si con una cuenta ven las películas cuatro miembros de una familia y cada uno tiene unos gustos, no le estamos ayudando a que nos dé la mejor solución. No nos dan cuatro cuentas para revenderlas a los amigos. Nos las dan para que la IA nos ayude a mostrarnos la mejor película. Piénsalo.

@juandelaherran