ORRÍAN por el calendario los finales del siglo XIX y Bilbao era un puro estallido demográfico y de proyectos. Entre ellos, como más tarde se encargaría de confirmar la historia, llegó una de las aventuras principales: la anexión de Abando a la Villa de Bilbao. Se firmó en 1890 y se celebran ahora, por lo tanto, 130 años de aquella conexión que se produjo bajo el mandato, como alcalde de Bilbao, de José María Linaza de la Hormaza y testigos del proceso, entre otros, los abandotarras Sabino Arana, fundador del PNV, y el pintor José Arrue. En los Jardines de Albia, apenas a un par de manzanas de distancia del lugar donde hoy se detiene esta excursión, hay una placa conmemorativa, realizada en bronce en 90x60 centímetros por Bilbao Arte, con la leyenda, en euskera y castellano y en caracteres prensados, que dice “1890ean, Abandoko Errepublika eta Bilboko Uria bat eginda geratu ziren etorkizunari aurre egiteko. Bilboko Udala, bat-egitea bideratu zutenen oroimenez. En 1890, la República de Abando y la Villa de Bilbao unieron sus destinos en un futuro común. El Ayuntamiento de Bilbao, en memoria de quienes lo hicieron posible”.

El desarrollo urbanístico y demográfico fue el muelle tractor. La acumulación de la población alrededor de la plaza del Ensanche que iba expandiéndose, aconsejó el establecimiento de un mercado de abastos, semejante al que ya existía en la Ribera, junto a la Iglesia de San Antón. Cuentan los cronicones de antaño y las actas viejas que el diseño de aquel primigenio mercado en el Ensanche fue obra del por aquel entonces arquitecto municipal de Bilbao, Edesio de Garamendi. El proyecto fue presentado al Consistorio el 19 de agosto de 1887. El edificio se estructuraba en tres pabellones-mercado para que pudieran ser levantados en diferentes fases. . En futuros desarrollos intervinieron otros arquitectos bilbainos como Raimundo Beraza y Ricardo Bastida pero en 1899 los ciudadanos de Abando ya solicitaban una ampliación del mercado. Lo dicho, Bilbao iba agigantándose.

La realización del tercer pabellón, de cuya construcción fue arquitecto director Raimundo de Beraza, dio la estructura al antiguo mercado del Ensanche, que desempeñó sus funciones hasta que, derribado, fue sustituido por la actual construcción en hormigón, llevada a cabo, en 1944, por el arquitecto municipal Germán Aguirre Urrutia. La nueva edificación, que preside la plaza del Ensanche, ha venido prestando sus servicios como mercado de abastos hasta la fecha, con las variaciones de las que más adelante daremos noticia.

El edificio, torre de vigía de la plaza del Ensanche, puede leerse entre paréntesis entre las calles Colón de Larreategi y Henao. Con el paso del tiempo, fue disminuyendo la exclusiva función de mercado del edificio, incorporando, a partir de los años 80, nuevas funciones, tales como el Centro de Salud del Ensanche. Al tiempo fueron percibiéndose deficiencias en la estructura original de hormigón, por lo que el Ayuntamiento de Bilbao tomó cartas en el asunto.

La idea fue buscar una nueva ubicación del mercado en el mismo edificio, con una menor exigencia de superficie. Y, al mismo tiempo, se pensó en nuevas y diferentes alternativas para tal edificio, llegándose a la conclusión de que sería de utilidad montar un Centro de Información para el Ensanche de Bilbao, para la propia Villa e, incluso, para su entorno metropolitano. La reforma se inició en Julio de 2002 y el nuevo edificio del Ensanche se inauguró el día 19 de enero de 2005. Los arquitectos municipales Blanca Brea y Elías Mas había dado forja al nuevo Edificio Ensanche. Con tan profunda reforma fue posible reunir, en un mismo inmueble, todos los servicios relacionados con la información y promoción turística de la capital vizcaina. Tras las citadas obras de remodelación en 2005, el edificio que alberga el mercado conjuga tradición y modernidad. Cuenta con 10 puestos donde podremos encontrar productos típicos de la tierra, tales como frutas, hortalizas, carnes y pescados. Además, en el edificio han instalando varias oficinas culturales y de información sobre la capital, y el espacio central, de 1053 metros cuadrados servirá para albergar eventos y convertir el edificio en lugar de encuentro. Una plaza cubierta dentro de la plaza.

Un moderno zoco

Visitándolo hoy en día, el lugar recuerda a un moderno zoco donde la vida bulle. Insisto en que el mercado anterior no ha desaparecido, pero sí ha disminuido. Hoy en día se encuentran reunidos unos 10 comerciantes, desde 2003, en un pequeño mercado, en los bajos del edificio, a mano derecha, en una superficie de unos 350 metros cuadrados. En la parte trasera (Calle Henao), se encuentra el centro de salud (Osakidetza) Javier Sáenz de Buruaga, que cuenta con una superficie de 2.490 metros cuadrados.

El resto del edificio está ocupado por un gran atrio central, en su planta baja, y 2 plantas laterales de oficinas, con entrada por la fachada principal. El gran atrio central, con una superficie de 1.053 metros cuadrados, tiene un tejado lucernario, apoyado en arcos metálicos y con toldos retráctiles para regular la iluminación interior y una chimenea metálica, al fondo, que acoge el sistema de ventilación.

El espacio actual es llamativo y singular. Además del ya mencionado atrio central en el que se celebran todo tipo de eventos y exposiciones, acoge el Centro de Fotografía Contemporánea, Habic (un clúster que agrupa a las principales empresas de la madera y mobiliario), EIDE (asociación profesional que integra a los diseñadores industriales, gráficos y de espacios de Euskadi y Navarra), el periódico Bilbao y la Fundación Bilbao 700, entre otro tipo de oficinas que dan al espacio un toque multiusos que se ha convertido en un lugar atractivo para el mundo de la cultura y de la comunicación.

Este es el desenlace de un recorrido histórico a lomos de un edificio de Bilbao que ha ido, como habrán percibido, moldeándose y amoldándose a las necesidades de un Bilbao cambiante. Sin perder la primera seña de identidad, el hoy edificio Ensanche se mantiene en la vanguardia de la ciudad, una ciudad trepidante que le ha exigido, con el paso de los años, continuas transformación. He aquí la historia de un mercado mutante.