En el año 2000, Jesús Sonera, un fontanero de Jaén, decidió abandonar la fontanería para montar un nuevo negocio. Lo llamó Desatranques Jaén, y entre sus múltiples servicios, destacarían desatascar y limpiar tuberías. Hoy, cuenta con seis personas en plantilla y cinco camiones disponibles para los trabajos que hace en Jaén y alrededores. Su propuesta de valor se fundamenta en tres ejes: profesionalidad, tiempo de finalización del servicio y estar disponibles las 24 horas.

Estarán ustedes pensando si me he equivocado de sección en el periódico escribiendo estas líneas en un área tecnológica. No, en realidad no. La empresa Desatranques Jaén es la dueña de una de las cuentas más conocidas y simpáticas de las redes sociales. Es una marca muy conocida y reconocida, hasta el punto de haber comenzado a vender incluso camisetas. Todo ello derivado de una forma muy cercana y divertida de llevar sus identidades digitales.

Todo arrancó en 2015. Jesús, el dueño, quería felicitar las fiestas de manera diferente. En pocos días alcanzaron 80.000 visualizaciones de un vídeo bastante artesanal. El vídeo inicialmente era para los clientes de la empresa. Lo hizo el que el dueño del negocio llama el informático. Éste, aficionado a la música, compuso una canción que luego fue interpretada por la mujer de Jesús. Fue una mezcla de letras de Miguel Hernández, la música de Paco Ibáñez y el acento de un villancico. Entre tanto ambiente artístico, aparecían caminos y fosas sépticas. Este informático era una persona que en numerosas entrevistas ha llegado a decir que no sabía lo que era el engagement (el interés y reacción que muestra el público ante las publicaciones que hacemos en redes sociales) o el branding (la creación de marca). Hoy, la cuenta de Twitter de la empresa jienense aglutina ya más de 70.000 seguidores (a fecha de enero de 2020). En Youtube, los vídeos que tienen suman cientos de miles de reproducciones. Este éxito social, derivado de la naturalidad y la cercanía, les ha llevado a que lo que empezó con el merchandising (camisetas, tazas, etc.), ahora se vaya a convertir en una webserie de contenido audiovisual. Un movimiento muy inteligente: acercarse a la audiencia a través de los contenidos que más cercanía y empatía generan entre sus nuevas audiencias.

A estas alturas ya sabemos que los memes que mejor funcionan son aquellos en los que se cruzan dos códigos de comunicación muy diferentes. Desatranques Jaén tiene publicaciones en las estrellas de Hollywood, un camión suyo llegando a Marte, con Rosalía o en las líneas de Nazca. Imaginarse esos mundos para una marca tan local y aparentemente tradicional supongo que es lo que nos hace tanta gracia, y despierta nuestra simpatía. Quizás por ello esta empresa de desatascos se haya convertido en tan popular. Un negocio tan tradicional, haciendo humor de su día a día, y ofreciendo una transparencia en lo que hace, provoca que cualquiera pueda aprender de un sector aparentemente tan alejado de las preocupaciones sociales y tecnológicas de nuestra era.

Más allá del hecho en sí, lo interesante del caso es cómo han llegado a construir una marca y una comunidad alrededor. Son muchas las empresas que se suelen poner a la defensiva cuando reciben ataques o bromas. Sin embargo, al tener en su propio código de comunicación el humor, hace más fácil tener una presencia activa en Internet. La forma de interactuar con la audiencia también es diferente: muchos de ellos ni siquiera aspiran ahora mismo a ser sus clientes. Sin embargo, reciben el mismo trato amable y sincero que sus clientes.

Se trata, en definitiva, de interpretar cómo es el entorno social de las redes y alinearse con la actualidad. Quizás con estos dos elementos es más fácil llegar al público. Además, naturalmente, de ser constante y cercano, y no pensar que tenemos entre manos el último influencer. Creo que hemos complicado las identidades digitales hasta puntos insospechados. Quizás, fruto del desconocimiento de lo que realmente es.