En este programa, los famosos están dispuestos a contar aspectos poco conocidos de su vida y su trabajo. Se emite desde 2007 en la televisión británica y se ha convertido en uno de los escaparates preferidos de las estrellas de cine, cantantes y deportistas. Después de que la pandemia le obligara a presentar una versión abreviada del programa desde su casa en Londres charlando con los invitados por Zoom, Graham se ha incorporado a los estudios del Centro de Televisión de Londres para dar la bienvenida a los famosos que pasarán por el programa este curso. Hoy da la bienvenida a la leyenda de la música Dolly Parton, al actor Rupert Everett, a la humorista y actriz Lolly Adefope, al ganador del Emmy Riz Ahmed y a la cantante y compositora irlandesa Róisín Murphy.

¿Cómo se ha adaptado a la pandemia?

—Va a ser una temporada diferente, pero no menos entretenida. Las medidas de distanciamiento social significan que los invitados no podrán disfrutar de los habituales saludos y besos, ni tampoco del acogedor sofá rojo.

¿Todos estarán en el estudio?

—Vamos a procurar recuperar una cierta normalidad, habrá invitados que estarán en el estudio adaptado y otros que participarán a través de videoconferencia.

¿Cómo pasó la cuarentena?

—Aburrido. Estuve cortándome yo mismo el pelo y me quedó terrible. Ducharse cada día se convirtió en algo emocionante. Pero fui afortunado y seguí trabajando, presentando desde casa, y los sábados iba en bicicleta a la BBC a preparar mi programa de radio.

¿Por qué se animó a seguir con ‘The Graham Norton Show’ durante el confinamiento?

—Me sentí privilegiado de poder hacerlo y entretener a la gente en momentos difíciles. Una vez que la BBC dio el visto bueno, nos pusimos a trabajar en la logística. Al principio pensamos que lo haríamos en el estudio sin público pero luego nos dimos cuenta de que tendría que hacerlo desde casa. Estoy muy satisfecho del resultado, y también de que gracias a esta iniciativa todo el equipo pudiera mantener sus puestos de trabajo.

Siempre dice que el público es el ingrediente secreto. ¿Cómo se las arregló sin audiencia?

—El público es una parte fundamental y me enorgullezco de que los espectadores quieran asistir a las grabaciones. Los eché de menos. Pero encontramos una forma divertida de hacer entrevistas vía Zoom. Los mejores invitados fueron aquellos a los que no les importó mostrar sus casas, pudimos ver cómo viven y eso compensó un poco la falta de público.

¿Cuál es la mayor lección que aprendió sobre usted?

—Me di cuenta de que no soy tan social como pensaba. Y también que no necesito vivir en Londres para ser feliz. Quizás tenga que ver con mi edad, pero no he echado en falta todas las cosas por las que la gente vive en el centro: teatros, bares, museos... Por supuesto, soy muy afortunado ya que vivo en una casa grande y con jardín, así que no lo he pasado mal.

¿Cómo será esta temporada?

—Como tenemos un estudio muy grande hemos podido contar con público, pero siempre manteniendo la distancia social. Por descontado, ha sido muy difícil que los grandes actores de Hollywood estén presentes y hemos tenido que volver a la videoconferencia, pero lo que sí hay son actuaciones musicales en directo.

¿Con quién va a poder contar?

—La actriz israelí Gal Gadot, la superestrella de Hollywood George Clooney, la ganadora del Oscar Viola Davis, Tom Hanks, Jessica Chastain, Emily Blunt, Jamie Dornan, Anya Taylor-Joy, Rebel Wilson, Neil Patrick Harris, Sam Neill… ¡y muchos más!

Dicen que veta a los políticos como invitados. ¿Por qué?

—Mi opinión es que si un político quiere aparecer en televisión debería ser en un espacio informativo, en el que los periodistas le pregunten sobre su gestión. No es lo que yo hago, no me siento cómodo.

¿Quiénes tiene ganas de que visiten su programa?

—Los Obama serían invitados muy buenos. Realmente, es a Michelle a la que me gustaría entrevistar. Y nunca nos ha visitado Barbra Streisand. No pierdo la esperanza.