EL 23 de abril de 2020 se cumplirán 20 años del primer Gran hermano. Aquel experimento sociológico, según palabras de Mercedes Milá, la presentadora que más ediciones ha estado al frente del reality, se ha traducido en audiencias millonarias, ingresos publicitarios exorbitantes, diferentes versiones, críticas, escándalos y para rematar, una presunta violación en la edición de 2017 de GH con grabaciones realizadas, aunque no fueran emitidas. Fue la última de concursantes anónimos que se hizo. La audiencia había bajado considerablemente y la denuncia por de Carlota Prado a otro de los participantes por agresión sexual, fueron seguramente razones para que este formato no haya vuelto a formar parte del catálogo de realities de Telecinco.

Estos dos últimos meses están siendo los mejores en audiencias de la cadena, pero hay nubarrones negros que caen sobre los hombres de Vasile, la huida masiva de los anunciantes de Gran Hermano VIP, tras hacerse público lo ocurrido a Carlota Prado. Las marcas respondieron a la presión mediática y de las redes sociales retirando su apoyo económico. Quizá por eso, las cabezas pensantes de Mediaset han decido dejar a un lado el reality que iba a comenzar a emitirse en febrero, Gran Hermano Dúo.

El programa estaba en producción, y Zeppelin estaba trabajando para llevarlo a efecto en las fechas previstas. Pero ¿iban a volver a otro producto GH los 50 anunciantes que patrocinaban la edición VIP y que se habían retirado en su mayoría por motivos de integridad? Posiblemente, no. Así que se han sacado otro producto de la chistera de proyectos, La isla de las tentaciones. Será una emisión transversal en Cuatro y Telecinco. También tiene previsto adelantar la edición de Supervivientes, es posible que llegue a los espectadores antes de que termine el primer trimestre de 2020.

La isla de las tentaciones es un programa que pone a prueba las relaciones entre parejas; más bien, es un test de fidelidad televisado. Así que más de lo mismo, solo cambia el paisaje. Gran Hermano Dúo se desarrollaba dentro de la casa que se utiliza para todos los productos franquiciados que van bajo la denominación GH. En el que tiene previsto emitir, su mismo título lo dice, una isla. Al frente de él dos mujeres: Mónica Naranjo y Sandra Barneda.

No es nueva la táctica de dejar de lado la marca que ha sido señalada por otros medios o en las redes. Ya lo hizo en el pasado, y les funcionó. Cuando Mediaset se vio en la picota por haber entrevistado en La noria bajo pago a la madre de El Cuco, acusado en el crimen de Marta del Castillo, también sufrió la huida de los anunciantes. El grupo intentó hacer frente a lo que se avecinaba y, finalmente, se rindió y retiró el espacio. Pero solo lo hizo de nombre porque sacó El gran debate, un formato prácticamente idéntico y con el mismo presentador al que volvieron muchas de las marcas que se habían retirado.

Esta parece que es la respuesta que espera la cadena con el nuevo formato que se pondrá en marcha a partir de 2020. Ahora queda por ver la reacción de los anunciantes que tan dignamente se han ido marchando del actual Gran Hermano. Mediaset basa gran parte de su liderazgo en audiencia en este tipo de programas, cuando el jueves termine la edición actual de Gran Hermano VIP se queda huérfana de realities.

Es cierto que muchos de los anunciantes salieron manifestando su pesar por lo ocurrido hace dos años. Pero la estampida fue provocada por la bomba de relojería que estaba estallando en las redes sociales, algunas cadenas de televisión, emisoras de radio, prensa escrita y digital. Voluntaria no fue. Alguna de estas marcas esperó a ver qué hacía su competencia directa antes de tomar la decisión de salir. Algunos tuits pedían el boicot total a la cadena para obligar a Mediaset a retirar este tipo de espacios.

Pero también es justo decir que mientras los anunciantes dejaban GH Vip, los espectadores subían y los datos de audiencia se disparaban y se batían récords. El País Vasco es la segunda comunidad que porcentualmente más ve Gran Hermano y donde Telecinco es la cadena más vista. Mediaset tiene razón al decir que Gran Hermano es uno de los productos televisivos más queridos por los televidentes, no la tiene cuando se desvincula totalmente de lo ocurrido en 2017 y deja la pelota en el tejado de la productora.

Si volvemos la vista atrás y retrocedemos casi 20 años, nos encontramos que el 23 de abril, curiosamente el día del libro, de 2000 una pandilla de desconocidos abdujeron a miles y miles de espectadores ansiosos de ver por el ojo de la cerradura televisiva qué hacía un grupo de personas encerradas.