JAVIER Solano es uno de los rostros más conocidos de San Fermín. Corredor del encierro hasta 1988, año en el que inició sus retransmisiones en Televisión Española, el experimentado periodista repasa los últimos años del acto más icónico de la capital navarra.

“En 25 años los encierros han cambiado muchísimo: el recorrido es el mismo, los toros siempre seis... pero todo lo demás es distinto”. Así inicia Javier Solano una conversación muy suya. “Por el entrenamiento de los toros, que hoy son verdaderos atletas, y el antideslizante, los encierros han pasado a durar un minuto menos de lo que costaban hace 15 años. De tres minutos y medio se ha pasado a un promedio de dos minutos y poco”, razona con los datos.

De aquellos primeros años de los 90 a este 2019, Solano recuerda el cambio en cuanto a material y contenido en los espacios dedicados al encierro en televisión. “Antes teníamos 12 cámaras. Ahora, 24. Muchas de ellas son cámaras cable con control remoto”. Asimismo recuerda Solano su manera de ver el encierro durante las retransmisiones. “Antes lo tenía que ver en un pequeño monitor en el habitáculo del camión de TVE”. Hoy, presenta el programa de los encierros desde un plató en el edificio de Telefónica. La razón para este cambio en las retransmisiones, la tiene clara. “La entrada de competencia en 2007, con otra cadena que iba a emitir el acontecimiento, nos hizo cambiar la forma en la que producíamos el encierro. Ahora somos más gente trabajando, más medios y tenemos más espacio en la cadena”.

revolución tecnológica A todo eso se suma la revolución tecnológica. En la página web de la cadena llevan 20 días añadiendo contenidos y las cámaras súper lentas han dado un punto mayor de espectacularidad. “Ahora se ve cómo el pitón del toro roza a un mozo, engancha la camiseta del siguiente...”, relata con pasión. Refiriéndose a la carrera y sus protagonistas, los bureles, Solano echa en falta varias ganaderías míticas. “Guardiola fue un icono de los años 80, pero también lo fueron Marqués de Domecq o Conde de la Maza. Los tiempos cambian y las ganaderías también. Desde hace años tenemos unos toritos gaditanos que dan pavor”, comenta con guasa el periodista, en referencia a la ganadería de Cebada Gago.

En los últimos 25 años se han vivido días complicados. Se acuerda del 13 de julio de 2013. Aquel montón en el callejón dejó escenas de autentica tragedia. “Mantuve la calma y tiré de conocimientos. No es el peor día como profesional del encierro. El 7 de julio de 2007 tuvo lo suyo. Fue muy complicado para los realizadores, con la manada muy fraccionada. Cuando acabó el encierro y me tocó locutar estaba totalmente perdido, no sabía realmente cómo había ido la carrera”.

Siguiendo con el coloquio, sale a colación el producto antideslizante que se aplica en el recorrido del encierro desde hace 15 años. “Lo que está claro -dice Solano-, es que hay dos posturas enfrentadas: por un lado, la Casa de la Misericordia y el Ayuntamiento quieren un acto lo más limpio posible. Por otro, con los encierros fugaces de estos últimos años, los corredores afirman quedarse a dos velas, no ven pitón, por lo que se oponen a la medida”. Su opinión personal queda en el aire. “Tengo una visión muy clara del tema del antideslizante, pero como representante de la cadena que emite los encierros, no me quiero pronunciar”. Poco optimismo transmite Solano con la visión del encierro fuera de la ciudad. Afirma, con más miedo que pena, las terribles presiones que sufrirían todos los responsables del encierro en el caso de que hubiese un día trágico en la carrera. “No quiero pensar la que se nos vendría encima con las presiones de los grandes medios de comunicación. Un día trágico puede ser el fin del encierro de Pamplona tal y como lo conocemos hoy”.

No ha habido, según indica, una disminución de participación en el encierro. Sí afirma, por el contrario, haber visto menos gente en los lugares de ocio en los años 2017 y 2018. “El caso de La Manada ha tenido una malísima repercusión para la fiesta y la ciudad”, afirma.

otra forma de correr Solano aprecia una ausencia de corredores jóvenes en el encierro. “A este ritmo, el encierro de Pamplona se está convirtiendo en el encierro en Pamplona”. El acto se deja, de esta manera, al albur de otra forma de participar en festejos populares. “Vienen miles de personas de Madrid y el Levante valenciano. Es gente muy experimentada pero con una forma de correr muy distinta a la nuestra. Hoy controlan la carrera los corredores que viene de fuera”.

Terminando con la conversación, Solano exculpa a los participantes en el encierro por hacer una carrera más violenta que en el pasado. Cree que los golpes entre corredores son inevitables, aludiendo a la masificación de la carrera. “El encierro de hoy en día es más sucio, pero no hay otra manera de correr”, finaliza.