eStá por ver si el fichaje de una de las mayores estrellas de Hollywood es suficiente para levantar las suspicacias de los seguidores de la serie, dado que la primera temporada tenía un cierre perfecto y abarcaba toda la novela de Liane Moriarty en que se basaba. El éxito de esa temporada, que arrasó en los Emmy y en los Globos de Oro, fue uno de los motivos para retomarla pero también el empeño personal de sus protagonistas. Reese Whitherspoon y Nicole Kidman son productoras ejecutivas y han convertido la serie en emblema del #metoo. La buena acogida tiene que ver con que presentaba, en un envoltorio de lujo e idílico, y aderezada por el suspense, una historia sobre el valor de la amistad entre mujeres justo en el momento en que la palabra sororidad empezaba a propagarse en las conversaciones. Pero también en mostrar a esas mujeres con sus imperfecciones, el contraste entre la aparentemente ideal vida de burguesas de provincias en una ciudad costera de California y sus frustraciones ocultas, capaces de sacar a la luz su lado más miserable.

violencia Uno de los temas protagonistas era el de la violencia sexual, a través de la relación entre Celeste (Kidman) y su marido Perry (Alexander Skarsgard). La serie muestra los claroscuros de esa relación con toda su complejidad y sutilezas. Muy aplaudida también ha sido su banda sonora, desde el Cold Little Heart de Michael Kiwanuka que suena en la cabecera (y se mantiene en la segunda temporada), a temas de Flaming Lips, Leon Bridges, Charles Bradley, Sade, PJ Harvey o Sufjan Stevens. La segunda temporada tendrá siete episodios. La dirección pasa de Jean-Marc Vallée a una mujer, la británica Andrea Arnold, directora de películas de culto como Fish Tank o American Honey. David E. Kelley, creador de la serie (y guionista de Ally McBeal o La ley de los Ángeles), le pidió a Moriarty algunas ideas para retomar la historia y entre ellas destaca la aparición de la suegra de Celeste (Kidman) con preguntas incómodas sobre cómo murió su hijo.

Moriarty ha contado que escribió el personaje pensando en Meryl Streep y que ella aceptó hacerlo sin siquiera leer el guion porque le fascinó la primera temporada. Para la actriz más nominada a los Oscar de la historia (21 nominaciones, 3 premios) el personaje de Mary Louis Wright ha supuesto su regreso a la televisión 40 años después de protagonizar Holocausto, una miniserie sobre los horrores nazis que supuso un fenómeno cultural en la época y que consagró a su protagonista. En medio, Streep sólo se ha asomado en otras dos ocasiones a la pequeña pantalla: en otra serie de HBO, Angels in America (2003), sobre la propagación del VIH en EE.UU. en la década de los 80, y en Web Therapy (2008), una comedia de Lisa Kudrow.