success story

Y quizás os estéis preguntando a ver qué es eso de un sistema o problema complejo. Es aquel que se define por la interacción de sus componentes. Uno en el que el comportamiento de todas las personas o sujetos que participan (pájaros u hormigas), no se puede explicar a partir del comportamiento de cada componente. Por ejemplo, un atasco en la carretera es inexplicable por cómo nos comportamos cada uno. Cada uno creemos que estamos haciendo todo bien. Pero en agregado, no, y por eso se produce el atasco. Y por eso nos enfadamos en ese contexto, porque nuestras expectativas no se ven reflejadas.

Hace unas semanas tres físicos ganaron el Premio Nobel de Física por ayudarnos a comprender los sistemas complejos. Y me alegra, porque todos los que leemos esto, tarde o temprano, vamos a necesitar aprender de teoría de la complejidad. Los problemas nuevos requieren ser muy analíticos, entender cada componente y saber cómo interaccionan en un contexto. No sabemos qué solución aplicar, tenemos que crearla a partir de entender la complejidad del sistema.

Por ejemplo, consideremos el caso de la pandemia del covid-19. Su gestión no era un problema complejo. Al final hemos aplicado las soluciones de hace 100 o 500 años. Era un problema conocido, para el que ya se habían aplicado en el pasado soluciones. Era un problema complicado, que es un adjetivo diferente. Lógicamente, era un evento poco probable, así que nadie le hacía ni caso. Los humanos razonamos muy mal con la incertidumbre por medio y no nos gusta la complejidad.

En este contexto, mucha gente se pregunta a ver qué deben estudiar o aprender para ser capaces de adaptarse a un mundo en constante cambio. Bajo mi humilde punto de vista, lo primero que debemos ser conscientes es del cambio de paradigma: del modelo de vida de tres etapas (Estudiar-Trabajar-Jubilarse) pasaremos a uno de múltiples etapas Estudiar-Trabajar antes de poder Jubilarse. Es decir, lo que estudiamos, cada vez tendrá un ciclo de vida útil menor. El conocimiento se tornará obsoleto más rápido. Nuestras habilidades deberán reinventarse frecuentemente. Para que esto sea posible, creo más importante que nunca que una carrera básica (un Grado en España) no se ancle a las necesidades de las empresas. En esas edades es mejor dotarse de unas competencias genéricas clave: resolución de problemas, creatividad, trabajo en equipo, orientación al resultado, etc. El mundo se está especializando, pero a la vez el generalista puede triunfar mejor en él por paradójico que parezca. Tienes más maleabilidad para cambiar de sector, empresa, etc. El libro Range habla mucho de esto (lo recomiendo encarecidamente). Yo llevo desde los 18 años tratando de ser generalista, pero a la par, especializarme en los proyectos que participo. La visión transversal ayuda a la especialización también. Y, creo que en esta dirección solo hay un sentido, como dirían nuestros amigos/as físicos/as: la generalidad te lleva a la especialización; la especialización creo que no te lleva a la generalidad.

El mundo será cada vez más complejo y con más incertidumbre. Lo siento, Homo Sapiens. Numerosas instituciones ya han introducido esta competencia de resolución de problemas complejos como algo crítico. Saber discernir, saber separar el ruido de la señal, ser creativo en la búsqueda de soluciones o pensar sistémicamente, son solo la punta del iceberg. Y tú, ¿eres generalista o especialista?

En el caso de la pandemia del covid-19, su gestión no era un problema complejo. Al final hemos aplicado soluciones de hace 100 o 500 años. Era un problema complicado