Francia va a experimentar en los próximos meses la posibilidad de implantar el uniforme escolar, una demanda de la derecha y la extrema derecha que se ha reavivado con la prohibición de la abaya, un vestido que según el Gobierno utilizan algunas chicas como signo de identificación musulmán.

"No es seguro que sea una solución milagro que permita solucionar todos los problemas de la escuela, pero merece ponerla a prueba", explicó este lunes el ministro de Educación, Gabriel Attal en una entrevista a la emisora RTL.

Fase piloto

En cualquier caso, el ministro consideró que "la mejor forma de hacerse una idea es probar las cosas en los centros", y por eso tiene intención de anunciar en otoño "las modalidades de experimentación" que se definirán en colaboración con los enseñantes y con los ayuntamientos.

"Eso permite que avance el debate -afirmó- ya que "muchos franceses están a favor y otros no".

Tanto Los Republicanos (LR), el partido de la derecha tradicional, como la Agrupación Nacional (RN), la formación de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, han vuelto a reclamar la instauración de la obligación del uniforme después de que Attal anunciara la prohibición desde el comienzo del curso de la abaya en todos los centros públicos.

Tensión en las aulas

Ese vestido que cubre a las mujeres de la cabeza a los pies ocultando las formas ya estaba proscrito en muchos colegios, a iniciativa de los directores, que estimaban que atentaba contra el principio del laicismo al ser utilizado como signo de identificación religiosa.

El ministro ha emitido una directiva para generalizar esa interdicción y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido que serán "inflexibles" en su aplicación.

Attal precisó hoy, primer día del curso escolar, que se ha movilizado para eso "personal formado en la cuestión del laicismo", en concreto 2.000 personas.

"Una chica que se presente hoy en un centro escolar vestida con una abaya -previno- no podrá entrar en clase. Pero tendrá una conversación con el equipo pedagógico".

El ministro dio por hecho que habrá tensiones con algunos alumnos, y de hecho señaló que se han identificado 513 centros escolares "potencialmente concernidos por esta cuestión".