- “Chantaje y abuso de poder”. Así reaccionaron Polonia y Hungría a la sentencia emitida ayer por la Justicia europea sobre la condicionalidad de los fondos comunitarios. El viceministro polaco de Justicia, Sebastian Kaleta, calificó de “chantaje financiero” el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. “Un día histórico para la Unión Europea; los Tratados han sido tergiversados por una sentencia política de la UE y, a partir de hoy, cualquier decisión independiente de Polonia estará condicionada por el riesgo de un chantaje financiero, algo que es una realidad desde hace meses”, escribió Kaleta en sus redes sociales.

Según el viceministro, “hoy necesitamos unidad contra el ataque a nuestra soberanía, Polonia debe defender su democracia contra este chantaje que es quitarnos nuestro derecho al autogobierno”. “Cuanto más deje de recibir Polonia, más fondos se irán a España o Alemania”, afirmó.

Sin embargo, el vicepresidente del Gobierno polaco, Zbigniew Ziobro, culpó al primer ministro, Mateusz Morawiecki, de haber facilitado “en un error histórico” la regulación europea que permitió el fallo del Tribunal de Justicia de la UE. Ziobro, que además de la vicepresidencia del Ejecutivo desempeña los cargos de ministro de Justicia y fiscal general del Estado, aseguró que el fallo tiene motivación “política” y es consecuencia del “muy grave error político” cometido por Morawiecki.

Además, recordó que cuando su partido, Solidaridad Polonia, “advirtió sobre el hecho de que la regulación sobre la condicionalidad bajo el pretexto del Estado de derecho serviría para limitar la soberanía polaca (...), se burlaron de nosotros”.

Por su parte, la ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga, calificó la sentencia como una “decisión política” que muestra el “abuso de poder” de las instituciones de la Unión Europea. “La decisión demuestra que Bruselas abusa de su poder. El fallo es una nueva presión contra nuestra patria, que en verano aprobó una ley de defensa de los menores”, aseguró .

El Fidesz, el partido del ultranacionalista Orbán, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, aseguró que la sentencia estaba programada para dañar al partido de cara a los comicios legislativos del 3 de abril.