Bilbao - Hasta el sábado 26 de septiembre a las 10.34 horas (momento en que llegó un correo electrónico a las redacciones) la fecha del estreno de Rabia era un misterio celosamente guardado. Ha sido una de las series más promocionadas de Mediaset a pesar de que su destino siempre ha sido Cuatro, la hermana pequeña. Prensa y espectadores sólo sabíamos que aterrizaría “próximamente”, como se venía insistiendo machaconamente. Por cierto, esta costumbre es más contagiosa que el virus que sirve de eje a la serie y la utilizan todas las cadenas en un intento de crear interés cuando en realidad lo que suscitan es enfado: ¿cuánto falta para el estreno: una semana, dos, un mes, un trimestre...? Pues a veces el misterio se resuelve tontamente, de un día para otro, y en el caso de Rabia ese día es hoy. Sin entrar en consideraciones legales, sólo pragmáticas, qué sucede si un espectador se fue de vacaciones el viernes para diez días. Puede ser que dejara grabando CSI y encuentre algo completamente diferente. O que esperara el inicio de Rabia y se lo pierda. No se puede dar por sentado que todo el mundo dispone de recursos tecnológicos para recuperar una emisión perdida ni tiene sentido este secretismo carbonario para competir con qué, ¿con las películas de los canales de Atresmedia, La Voz kids II y Carlos, Rey Emperador (además de con Tú al Norte y yo al Sur en la CAV y Andalucía?)

En cuanto a la serie en concreto, hay que destacar un elenco con nombres muy conocidos y solventes de la ficción española, entre ellos Adriana Ozores, Patricia Vico, Carles Francino, Fele Martínez, Malena Alterio, Paco Tous o Nuria González, además del regreso de una de las grandes damas de la televisión, Concha Cuetos. La serie combina el suspense, la acción, el thriller policial de giros inesperados y, sobre todo, el drama de personajes enfrentados a una situación límite. En Rabia, la convivencia de un grupo de fugitivos se convierte en la pieza que articula un argumento en el que el eje es la supervivencia en las circunstancias más adversas. Un heterogéneo conjunto de personajes son víctimas de un virus que les ha contaminado y que puede manifestarse en cualquier momento, y además suponen un peligro para la sociedad, para sus seres queridos y para ellos mismos. Las alternativas pasan por entregarse a las autoridades y ser confinados en centros de internamiento o emprender una huida sin retorno a sabiendas de que pueden convertirse en seres irracionales y violentos, pasando de perseguidos a perseguidores. La frase “sobrevivir cuando tú eres el mayor peligro” resume la trama. Dos mujeres polarizan la acción. Una fugitiva y una policía. Su fuerte personalidad, su tenacidad y su determinación para alcanzar los objetivos marcados hacen de Marta (Patricia Vico) y Rubio (Adriana Ozores) dos antagonistas destinadas a enfrentarse tarde o temprano.