EL veterano cineasta japonés YojiYamada se ha basado en el best seller Chiisai ouchi, ganador del Premio Naoki 2010 (el galardón literario más prestigioso del país del naciente), para elaborar el guion de La casa del tejado rojo. La película cuenta cómo en 1936 una joven llamada Taki deja su familia en el campo para ir a trabajar de criada en una casa moderna con un tejado rojo a dos aguas en las afueras de Tokio, el tranquilo hogar de la bondadosa Tokiko, su marido Masaka y su adorable hijo.
Pero cuando aparece Shoji Itakura, la señora de la casa se siente irresistiblemente atraída por él. Taki, conocedora de esa relación secreta, protege a Tokiko y cuida de la familia. Pero llega el momento en que debe tomar una desgarradora decisión.
Sesenta años después, la anciana Taki escribe la historia de su vida en un cuaderno, rememorando los días que vivió en la casa del tejado rojo.
La alienta a seguir su joven sobrino Takeshi, que espera impaciente que acabe cada capítulo para leerlo. El tiempo pasa y Taki muere. Mientras ordena sus pertenencias, Takeshi encuentra un sobre cerrado sin destinatario que le empuja a intentar descubrir la verdad de un secreto que Taki ha guardado hasta su muerte.
Con gran sencillez y sensibilidad, La casa del tejado rojo narra historias de amor que, correspondidas o no, cautivan por su delicadeza y pasión.
Con su perspicaz mirada, Yoji Yamada se adentra en los secretos del corazón humano con la esperanza de mostrar qué esconde. Pero más allá de esa narración de amor y pecado, La casa del tejado rojo es el retrato de una época. La historia transcurre en dos épocas. La primera transcurre entre 1935 y el final de la II Guerra Mundial, y la segunda entre 2000 y 2009.
El primer periodo es el más colorido y lleno de ilusión de la era Showa (1926-1989, con Hirohito como emperador). Fueron años en los que la cultura japonesa incorporó influencias occidentales; se oía jazz y canción francesa; el art déco y el art nouveau fueron importados y abrazados con entusiasmo; y el cine sonoro se abrió paso rápidamente. Fueron días de paz y brillantez, al tiempo que crecía la sombra militarista y Japón escogía el camino de la guerra.
La intención del director ha sido retratar esa época, “describir el estilo de vida de un hogar pequeño burgués durante el periodo inmediatamente anterior a la II Guerra Mundial hasta la derrota de Japón, algo que no se ha mostrado a menudo. E incluso quiero ir más allá y ofrecer algunos destellos de hacia dónde está encaminado el Japón actual”.
En el plano estético, Yamada sigue los cánones del cine clásico, fiel a su gusto por la cámara fija, el encuadre sostenido y un trabajo actoral en el que se cuida cada mirada, cada palabra y cada gesto de los personajes.
De hecho, la actriz Haru Kuroki, que encarna a Taki en la primera época, recibió el Oso de Plata a Mejor actriz por su interpretación.
reconocimiento mundial Yohi Yamada debutó como director en 1961. Cuenta con una extensa filmografía, 82 títulos como director y más de un centenar como guionista. Es autor de la serie de Tora-san (más de 40 películas) y de obras notables, entre las que destacan El pañuelo amarillo de la felicidad (1977), Llanto de primavera (1980), Kabe (2008), Ototo (2010), Una familia de Tokio (2013) y la trilogía maestra formada por El ocaso del samurai (2002), The hidden Blade (2004) y Love & Honor (2006), en la que vuelve su mirada a los valores de los samurai.