BILBAO. Tras la entrada de la periodista Ángela Portero a la casa, Belén Esteban se fue a la cama visiblemente molesta porque no le gustó nada la nueva incorporación. De repente, se levantó y apareció en el salón diciendo que había sufrido una bajada de azúcar y fingiendo tener muy mala cara, lo que causó la preocupación de todos sus compañeros. Despuésde coger una galleta, volvió a la habitación y le confesó a Víctor Sandoval que se había inventado que se encontraba mal para poder cotillear de qué hablaban los demás.