Bilbao - Olatz Arrieta (Donostia, 1971) se ha adaptado en un tiempo récord a trabajar en Bruselas. A solo dos horas de avión de casa, sigue con un ojo puesto en la política de EE.UU.

Tras 15 años en Nueva York, ¿se ha acostumbrado al estilo de vida de Bruselas en menos de año y medio?

-Algunas costumbres aún no me las he podido quitar. Leo los correos electrónicos en el móvil mientras voy por la calle. Me he acostumbrado enseguida a las comidas pausadas y a tomar un café sentada y sin prisas. Lo que más me ha costado es el nuevo ritmo de trabajo y los horarios.

-¿Y una información tan distinta?

Bruselas es información institucional y casi todo tiene puesta su hora con antelación. Aparte de las cuatro cumbres que hay al año, hay pocas noticias de última hora, de madrugada o los fines de semana. No echo de menos informar de tiroteos o huracanes, pero a veces me cansa la lentitud con la que se toman las decisiones.

-Ha sido año electoral. ¿Le ha sorprendido que en Europa interese más quién ocupará la Casa Blanca que la presidencia europea?

No, lo que es noticia a nivel mundial lo marcan las agencias de información estadounidenses y británicas, y por lo tanto llegan mas imágenes de la Casa Blanca que de Bruselas. También influye la falta de interés por los temas europeos, aunque varía según el país. En Alemania se ha seguido muy de cerca la contienda por la presidencia de la Comisión pero en los países bálticos les preocupa más la crisis de Ucrania que los cargos de Bruselas. Sí esperaba más intensidad porque por primera vez los grupos presentaban sus candidatos a presidir la Comisión, pero los ciudadanos siguen viendo el Parlamento Europeo como algo lejano, complejo, y que no puede cambiar lo que negocian los Gobiernos.

-¿Esperaba los resultados de Marine Le Pen y partidos afines?

Casi todas las encuestas auguraban un ascenso de la ultraderecha, en especial en Francia. También se esperaba un voto de protesta al ser las primeras elecciones desde el inicio de la crisis. En otros casos, como Holanda, estos partidos al final no tuvieron tanto apoyo. Le Pen no tiene grupo propio, pero ya ha dejado claro que será un referente contra la integración europea y en ese empeño estará muy bien acompañada por los euroescépticos británicos.

-¿Sigue siendo europeísta?

Sí, se han cometido muchos errores pero la UE está en constante construcción y mientras se construye hay margen para cambiar las cosas.

-¿Ya ha tenido sus primeros contactos con los lobbys?

Cuando se discuten decisiones de gran calado económico, los lobbys venden la versión de la industria que defienden con sesudos análisis o conferencias. Durante la tramitación de la nueva ley del tabaco, jugaron muy duro sin esconderse. Últimamente los lobbys que trabajan para el Gobierno ruso y su industria energética están muy activos.

-¿Los países de la UE está convergiendo o distanciándose?

La convergencia económica ha aumentado debido a la crisis, la unión bancaria no se habría aprobado tan rápido si no fuera por la bancarrota de los bancos en muchos países. Al mismo tiempo, el Reino Unido esta distanciándose de Bruselas y Cameron ha prometido una consulta sobre la permanencia en la UE en 2017. En la lucha contra el cambio climático se ve una tendencia al distanciamiento con el argumento de que hay que dejar que cada país decida hasta dónde llega por el coste económico que conlleva.

-¿La rivalidad entre Francia y Alemania condiciona la tarea periodística?

Nuestro trabajo se complica pero no solo por la divergente visión sobre Europa de las grandes potencias. Son muchos los parámetros a tener en cuenta y muchas veces no se dicen y no se ven. Están los intereses particulares de 28 países, el punto de vista que tienen los del Sur con el tema de la inmigración, la postura de los Estados del Este sobre las relaciones con Rusia o lo que piden los países rescatados sobre los requisitos económicos que se les exigen.

-¿Con qué temas se entretiene más y con cuáles se aburre?

Me encantan la geopolítica y todo lo relacionado con la ex Unión Soviética, así que sigo con pasión lo que sucede en Ucrania. Con tantas noticias sobre la crisis, sigo más de cerca que nunca la actualidad económica. Lo más aburrido es esperar a que terminen las cumbres en las que ya sabemos de antemano que no se va a decidir nada.

-Estuvo en Holanda tras el atentado contra el avión malasio. ¿Había cubierto antes un suceso así?

En 2001 informé del accidente de un avión que se estrello en Queens, en Nueva York, nada más salir del aeropuerto Kennedy. Estuve en el lugar, viendo casas incendiadas y familiares que fueron allí en busca de información. El atentado contra el avión de Malasia lo cubrí desde Amsterdam, desde donde salió, pero los familiares estaban aislados por la Policía en un hotel. Me llamó la atención la normalidad con la que andaban los viajeros a las pocas horas, sin miedo a volar.

-También hubo un atentado contra el Museo Judío de Bruselas. ¿Hay problemas con la radicalización de algunos inmigrantes?

Bélgica, junto a Francia, es el país de Europa con más casos de jóvenes de origen inmigrante que acuden ahora a Siria y antes a Irak para entrenar con radicales islámicos. Este año se celebran muchos actos para conmemorar el 50 aniversario del inicio de la llegada de la inmigración marroquí, pero algunos de sus descendientes se sienten belgas de segunda categoría.

-El nuevo rey belga ha cumplido un año en el cargo. ¿Se nota algo?

Ha sido un año bastante tranquilo para el rey Felipe, si quitamos el susto de la entrevista que dio el anterior Rey sin autorizar por Palacio. Le ha tocado, como a su padre, la complicada tarea de coordinar la creación del Gobierno, lleva casi tres meses sin resultado. Su forma de reinar es bastante distante, viaja por todo el país, estuvo en el Mundial de fútbol, pero es mas rígido que su padre y no se le ve cómodo entre las multitudes.

-¿Sabe por qué no logran formar gobiernos o por qué no duran?

Hablo todo lo que puedo con flamencos y francófonos porque se me hace difícil entenderlo. El sistema político es tan peculiar que complica aún mas una situación ya de por sí complicada. Para formar gobierno siempre se tienen que poner de acuerdo varios partidos de los dos lados y las combinaciones posibles no son muchas.

-¿A quien adoran en realidad los belgas es a la reina Matilde?

Es el contrapunto al rey, está siempre sonriente y se comporta de forma muy cercana y natural. En cualquier acto la gente se abalanza sobre ella para saludarla.

-Fue dos años corresponsal de Euskadi Irratia en Moscú. ¿Le gustaría estar ahora en Gorky Park?

La prensa rusa esta amordazada, la extranjera tiene más libertad pero nadie se libra del marcaje del Gobierno. Tiene que ser muy duro trabajar donde no hay libertad de expresión, aunque Rusia me sigue pareciendo fascinante y Moscú es una de mis ciudades favoritas.

-¿Hillary Clinton se presentará a las elecciones? Si es así, ¿echará de menos la campaña?

Muchos dan por seguro que se presentará, pero hay dudas desde su entorno. Si se presenta, no sé si se podrá repetir la fascinante lucha del 2008 con Obama en las primarias demócratas. Entre los republicanos no se vislumbran candidatos muy fuertes. Más que la campaña, echaría de menos perderme la toma de posesión en las escalinatas del Capitolio de la primera presidenta de EE.UU.