"Mucho movimiento". Eso es lo que se ha apreciado los últimos días en el segundo piso del número 22 de la calle Larraskitu en el que este viernes un padre ha matado a su hija y después se ha suicidado.
Según cuenta a DEIA el propietario de uno de los bares cercanos al portal no se lo esperaba aunque señala haber visto "el martes o el miércoles" movimiento en la casa, aparentemente de mudanza: "Parecía que estaban vaciando la casa", observó Carlos, el propietario del negocio ubicado en la calle Larraskitu que además es vecino del mismo portal en el que este viernes han sido hallado sin vida un padre y su hija. "No puedo decir nada más porque no escuché nada hasta que llegaron las patrullas de policía", añade.
Violencia vicaria
La Ertzaintza continúa con la investigación para esclarecer qué ha sucedido de madrugada en ese piso, pero según arrojan las pruebas recabadas en el domicilio "el padre mató a su hija y después se suicidó".
Al parecer, según el testimonio de la madre, la pareja tuvo una fuerte discusión y ella huyó de la casa para pedir auxilio.
No existían denuncias previas. Los vecinos y vecinas se han despertado con la triste noticia. "Les veíamos pasear con el perro", comentan. El lehendakari ha condenado el asesinato de la niña de 13 años. Todas las instituciones han rechazado este nuevo caso de violencia machista y vicaria.