La Guardia Civil detuvo en el Estado a 32 personas e investiga a otras 21 en el marco de una macroperación internacional contra el fraude alimentario, que afectaba especialmente a productos como el aceite de oliva virgen extra (AOVE) y los vinos con denominación de origen protegida (DOP).

La macroperación OPSON XIII estuvo conformada por 12 operaciones individuales durante las que los agentes realizaron más de 3.000 inspecciones y registros en centros de distribución, almacenes, medios de transporte, puertos y aeropuertos del territorio nacional, en los que se detectaron hasta 2.200 infracciones administrativas.

Los investigados habrían cometido presuntos delitos contra la propiedad industrial, estafa, fraude alimentario, falsificación documental y contra la salud pública.

Concretamente, la operación policial estuvo centrada en alimentos y bebidas alcohólicas falsificados (o de calidad inferior), cadenas de suministro de alimentos ilegales, fraudes alimentarios, seguridad alimentaria y adulteración motivada económicamente.

En total se incautaron 22.000 toneladas de productos ilícitos y 850.000 litros de bebidas, en su mayoría alcohólicas. Además, se retiraron del mercado bienes valorados en más de 91 millones de euros.

Los investigadores notaron una tendencia continua en la venta de alimentos caducados que se encontraban en empresas de eliminación de residuos. Los investigados volvían a imprimir las fechas de vencimiento y adjuntan las nuevas etiquetas reintroduciendo los productos caducados en la cadena de suministro.

Las principales operaciones en el Estado se llevaron a cabo en Madrid, La Rioja, Sevilla, Valencia y Málaga.

La operación, de nivel europeo, ha estado liderada por la Guardia Civil, pero se ha coordinado con autoridades europeas como Euipo y Europol. Los agentes de los 29 países participantes han emitido 104 órdenes de detención, llevando a cabo hasta 184 órdenes de registro.