Los médicos forenses del servicio de Patología Forense del Instituto vasco de Medicina Legal de Bilbao han llevado a cabo una segunda autopsia al cuerpo de la mujer hallado la noche del viernes al sábado en la Ría, a la altura del Puente Colgante de Portugalete. La situación del cadáver está dificultando la labor de los profesionales para intentan arrojar luz a las causas que provocaron el fallecimiento de la misma. En estos momentos, los investigadores del caso están a la espera de los resultados de los segundos análisis forenses para determinar si se confirma la hipótesis de que la mujer hallada muerta en la ría del Nervión fue asesinada y arrojada después al agua. Los primeros análisis determinaron que llevaba unos cinco días en el agua. La mujer llevaba atadas a la cintura dos pesas de haltereofilia, aunque esto no descarta por si solo la hipótesis de un suicidio como sí lo haría el hecho de que los pulmones no estuvieran encharcados, que demostraría que ya estaba muerta cuando cayó al agua.

El haber pasado unos cinco días sumergida en el agua antes de que se encontrara el cadáver está dificultando la realización de los análisis forenses, por lo que los investigadores están a la espera de unas segundas pruebas que determinen si murió por asfixia, lo que apuntaría a una muerte de tipo homicida, o por ahogamiento, si se tratara de un suicidio.

Las primeras hipótesis apuntaban a un suicidio, pero tras realizar las primeras pruebas forenses determinaron que podría haber fallecido por asfixia. Además, el haber aparecido con dos pesas atadas en la cintura podría ser determinante en la investigación policial, y por eso no se descarta la posibilidad de que la mujer pudiese haber muerto de forma violenta y el homicida trató de ocultar el cadáver hundiéndolo en el fondo de la ría.

La mujer, de unos cuarenta años, todavía no ha sido identificada ya que no llevaba ningún documento que precisase su identidad. Los investigadores están recabando información de mujeres desaparecidas en la zona e intentarán identificar a la víctima mediante el ADN u otros elementos anatómicos. La investigación de este caso la llevan de forma conjunta la Ertzaintza y la Guardia Civil, ya que este cuerpo es el competente en aguas costeras, como es la Ría.