Gasteiz - Pasadas casi dos semanas de su desaparición, y a tenor de todos los indicios recabados, el Departamento vasco de Seguridad asume que existe “una alta probabilidad” de que el cuerpo del joven Jon Barcena se encuentre sumergido en el fondo del pantano de Urrunaga, por lo que las labores de inspección en la zona continuarán “de forma asidua”, tanto con el helicóptero de la Ertzaintza como con inspecciones sobre el terreno para detectar la “desafortunadamente” previsible aparición del cadáver.

Cuestionada al respecto tras la presentación ayer en el Parque Tecnológico de Araba del Centro vasco de Ciberseguridad, la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, trasladó a los medios los últimos datos sobre la desaparición de Bárcena en el Gorbea el pasado 30 de diciembre, asumiendo que las posibilidades de encontrar al montañero vizcaino con vida son prácticamente inexistentes. “Hasta que no aparezca siempre hay un punto de esperanza, pero desafortunadamente, a la vista de los indicios, trabajamos con la alta probabilidad de que se encuentre sumergido en el pantano”, señaló la consejera.

Por su parte, el jefe de la División de Investigación Criminal de la Ertzain-tza, José María Yurrebaso, subrayó que, a pesar de todo, la Policía vasca mantiene una “doble vía de actuación”, investigando qué le pudo haber ocurrido a Jon Barcena al mismo tiempo que se mantienen las tareas de búsqueda en el pantano del cuerpo del joven. En este sentido, Beltrán de Heredia se negó a especular con las circunstancias que han rodeado la desaparición del vecino de Berriz, especialmente cuando un periodista preguntó a la consejera si el joven “se encontraba en plenas condiciones mentales” en el momento de su desaparición. “No hemos encontrado a Jon y mucho menos podemos saber cómo ha sido su desaparición. Yo no voy a especular sobre estas cuestiones sobre las que no puedo afirmar o negar nada con rotundidad”, respondió la consejera antes de incidir en que “el objetivo de la Ertzaintza es encontrar” al joven. Tampoco respondió al ser preguntada sobre la aparición o no del teléfono móvil con el que Barcena grabó algunos vídeos, al tratarse de una cuestión “importante para la investigación”.

Gorbea La Ertzaintza dio por concluidas el pasado lunes las labores principales de rastreo que había venido realizando en el pantano de Urrunaga para encontrar a Jon, donde fue visto el 31 de diciembre tras desaparecer un día antes en el Gorbea cuando se separó de sus amigos al sentirse indispuesto. Desde entonces, como recordó ayer el jefe de la División de Inteligencia Criminal de la Ertzaintza, la búsqueda se mantuvo activa para intentar dar con nuevos indicios o evidencias que contribuyan a la búsqueda del desaparecido y a esclarecer las circunstancias de su desaparición.

El operativo para localizar al joven se trasladó el día 3 al entorno de Legutio después de hallarse en la zona las llaves y la cartera, pasando entonces el caso a ser una investigación estrictamente policial. Un día después se encontraron cerca del embalse varias de sus prendas de vestir, entre ellas las botas de montaña que llevaba puestas en el momento de su desaparición y su mochila.

Un amplio operativo de la Ertzain-tza compuesto por submarinistas, especialistas en rescate, la unidad canina y un helicóptero peinó la zona de Legutio para tratar de dar con el paradero de Bárcena en las proximidades del puente de Elosu, donde habían aparecido indicios claros de su presencia, y en una pequeña chabola utilizada por pescadores.