Bilbao - Hasta el año 2009, en el que se incluyó en CITES (Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), el comercio de la angula suponía una actividad más de la pesquería en el Estado español, donde se consideraba al País Vasco pionero mundial en su comercio. Consideradas una exquisitez gastronómica por las que se pagan precios muy elevados, especialmente en fechas concretas como Navidad, su pesca se vio afectada al darse la alarma sobre el descenso de la población de Anguilla anguilla, o anguila europea. Los consumidores no están por la labor de pagar las angulas a precios astronómicos y por eso ha llevado a que esta especie se exporte al mercado asiático porque allí los distribuidores encuentra fácil comprador y sí están dispuestos a pagar por ello, hasta 2.000 euros el kilo.
Sin embargo, y pese a ser un producto que se cotiza al alza, en mercados como en Ceuta, el precio de las angulas es mucho más asequible para los bolsillos. Si en Bilbao un kilo de angulas puede costar mil euros el kilo, en el mercado de la ciudad ceutí, ronda los 70-80 euros en época navideña.
La bilbaina Begoña Martín viaja en esas fechas todos los años a Cádiz, donde reside su familia. “Todos los años cogemos el ferry y pasamos a Ceuta para comprar angulas. En dos pescaderías del mercado las suelen vender. Suelen ser angulas que se crían en Marruecos, más pequeñas, pero muy ricas y a 70 euros el kilo”, relata Martín. “Cuando lo cuento la gente no me cree”, añade. En Andalucía no hay costumbre de comer angulas por Navidad. “Es una tradición del País Vasco”, dice. Según Begoña su madre y ella son viejas conocidas en el mercado de Ceuta porque “todos los años vamos a comprar”. Y prosigue: “Las angulas se mandan a restaurantes de Madrid, pero la venta a particulares ha bajado en los últimos años”. China es el país que compra la mayor parte y que paga precios muy altos para llevarlas a sus piscifactorías, donde las engorda para convertirlas en anguilas y luego venderlas a Japón. - S. Atutxa