El acusado del doble homicidio de Abadiño se enfrenta a 43 años de cárcel
La Audiencia recibe los escritos de acusación aunque no ha fijado la fecha del juicio
Bilbao - Tras dos semanas intensas en la Audiencia Provincial de Bizkaia, donde se ha juzgado, y declarado culpable, a Jon Ezkurdia por el asesinato de su marido, el actor Koldo Losada, el Alto Tribunal vizcaino está a la espera de fijar la fecha para el juicio de otro caso que convulsionó a la sociedad y que ocurrió en Abadiño apenas un mes después. Se trata del doble asesinato de Mari Luz Alejo y de su madre Amelia Rodríguez ocurrido en Abadiño el 10 de diciembre de 2014. Lo cierto es que la Audiencia Provincial todavía no ha fijado la fecha para la celebración del juicio con jurado popular -todo indica a que se retrasará aún algunos meses-, aunque las partes ya han presentado sus escritos de acusación.
Así las cosas, Benito Quintairos, marido y yerno de las fallecidas, se enfrenta a una petición de 43 años de cárcel, además de a una solicitud de 300.000 euros de indemnización para la familia de las víctimas y de las reclamaciones de daños de las empresas afectadas por el incendio que supuestamente originó el acusado.
Además de la Fiscalía, han redactado sus escritos de acusación la acusación particular, que representa los intereses de la familia de las dos mujeres asesinadas; la acusación popular, ejercida por la asociación Clara Campoamor, y las compañías de seguros de las empresas que sufrieron daños por el incendio en un polígono de Atxondo.
Tal y como ya adelantó DEIA el pasado mes de noviembre, las acusaciones coinciden en calificar los hechos como un doble asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco, por los cuales piden 40 años de prisión para el acusado, 20 por cada una de las muertes.
En sus escritos iniciales, imputan además a Benito Quintairos, un delito de daños por los destrozos en la carpintería de madera y aluminio Zuhaitz de Atxondo, de la que era copropietario, cuyas instalaciones supuestamente hizo arder el día de los hechos para simular un asalto, en un incendio que afectó a otras empresas colindantes, y le piden por ello tres años más cárcel. Las compañías de seguros de las empresas afectadas reclaman solo la responsabilidad civil por los destrozos del incendio.
Relato coincidente Los escritos de la Fiscalía y del resto de acusaciones recogen un relato del crimen casi coincidente e indican que hacia las 06.30 horas del día del crimen, el acusado entró a la habitación donde dormía su esposa en el domicilio familiar del barrio Trañabarren de Abadiño y, aprovechando que no podía defenderse, “de forma súbita” e inesperada, le golpeó con una barra metálica en la cabeza reiteradas veces. Seguidamente, tapó las vías respiratorias de su mujer, -“el tiempo suficiente hasta que dejó de respirar”, según la acusación particular-, y la víctima murió por asfixia. A continuación, el acusado entró en la habitación contigua, donde dormía su suegra, de 88 años, a quién también golpeó en la cabeza con la misma barra y después asfixió.
La abogada de la familia mantiene que entonces el acusado cogió su vehículo para dirigirse hasta la carpintería de Atxondo que regentaba y, de camino, paró para deshacerse de la barra con la que había atacado a las dos mujeres.
Ya en las instalaciones de la empresa dio fuego a un bidón que contenía material de plástico, “con ánimo de menoscabar la propiedad”, lo que causó un incendio y destrozos en ese pabellón y en el de otras empresas anexas, indica la Fiscalía.
Los trabajadores de la carpintería encontraron a Benito Quintairos con diversas lesiones y colgado por los pies de un montacargas mientras la planta ardía. - N. Azanza/Agencias
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