Allegados de Enekoitz Bastegieta se muestran “desconcertados” por su muerte

Kortezubi - Son muchas las preguntas que rondan por la cabeza de los allegados de Enekoitz Bastegieta, un joven de 39 años de Kortezubi que apareció muerto el pasado lunes en la ermita de San Miguel de Ereñozar, en Ereño, sin signos de violencia. Al parecer, había ido a pasar la tarde a esa atalaya sobre Urdaibai, pero no salió con vida de allí. La noticia ha sido un mazazo para sus conocidos, sobre todo después de que fuera localizado en Eslovenia 14 días después de su supuesta desaparición del mes pasado. Por eso, aún no daban crédito a su trágico final que la Ertzaintza investiga. “Están muy mal y se han cerrado en banda, no quieren hablar con nadie”, explicaron ayer a DEIA personas cercanas a la familia.

“Lo que quieren es echar un cubo de agua fría a la chispa y comenzar a superar la noticia”, relataba esa misma persona, allegada del joven. Y es que durante la jornada de ayer tampoco se despejaron algunas de las incógnitas que rodean un caso que la Ertzaintza investiga desde todas sus vertientes. La Policía Científica acudió anteayer a realizar sus pesquisas a lo alto del monte ereñotarra, pero por ahora no se ha descartado ninguna hipótesis. Fundamental será conocer el resultado de la autopsia -que ayer le efectuaron en el Instituto Anatómico Forense de Bilbao- y analizar su vehículo y los objetos que portaba en el momento de su muerte para determinar qué le pudo ocurrir.

“Son tantas las preguntas que tenemos y nadie nos la va a responder ya... Solo Enekoitz sabe lo que realmente ha pasado. Desde que se marchó a Eslovenia, no he sabido nada de él. Me pregunto si alguien lo habría vuelto a ver, porque por la tienda tampoco apareció”, detallaba un allegado, que prefería mantener su anonimato para preservar el duelo de una familia muy conocida en Kortezubi. Pequeña localidad cercana a Gernika-Lumo, muchos de sus poco más de 400 habitantes conocía al fallecido. Con vivienda en el caserío Markone, en el barrio de Terlegiz, era una persona risueña. “Abierto, de trato amable y cercano”, apuntaba una vecina, era “un chico del pueblo que siempre ha tenido contacto con la gente de aquí, con los de su edad. De tener cuadrilla, conocido desde pequeño”. Durante las últimas semanas, tanto en su localidad como en la villa foral, donde también era conocido por regentar una tienda de bicicletas en el polígono de La Vega, ha habido innumerables especulaciones acerca de qué le podría haber sucedido, inicialmente por su huida a Eslovenia y, desde anteayer, por su fallecimiento en Ereñozar. Aunque, lo cierto es que sus conocidos lo describen como “un tío encantador”.

“Estamos descolocados con todo lo que ha pasado. No fue normal que se fuera de casa sin avisar, pero lo de ayer -por anteayer- ya ha sido un golpe muy duro”, se lamentaban.

La historia de Bastegieta saltó a los medios de comunicación el pasado 10 de marzo cuando desapareció sin dejar ni rastro, tras colgar una nota en la puerta de su local donde se podía leer que volvería en un breve lapso de tiempo. No lo hizo. Los familiares, alarmados por su ausencia, alertaron a la Ertzaintza de lo ocurrido, hasta que dos semanas después -tras activar el protocolo de Schengen que permite localizar a ciudadanos de la UE en su territorio- fue localizado en Eslovenia.

“Sin embargo, desde que volviera de Eslovenia no se le ha vuelto a ver por Kortezubi”, incidía otra allegada. “Y la tienda seguía cerrada, a pesar de que decían que ya estaba aquí. Aun así, nadie lo había visto durante estas semanas”, señalaba. “Los forenses nos dirán de qué ha muerto, qué es lo que realmente ha pasado... Pero su gran secreto, saber si a él le pasaba algo o no... eso se lo ha llevado a la tumba”, aseveraba con rotundidad su allegado sobre un caso aún abierto que sigue teniendo “desconcertados” a todos.