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Finaliza la instrucción del caso del falso maestro Shaolin

Finaliza la instrucción del caso del falso maestro Shaolin

BILBAO. Las partes se encuentran, en estos momentos, a la espera del auto de conclusión, según ha informado a Europa Press la asociación Clara Campoamor, que ejerce de acusación popular.

Las pruebas testificales ya se han realizado y no se espera que haya nuevas declaraciones de testigos, a no ser que, a última hora, alguna de las partes decida realizar alguna petición para practicar nuevas pruebas, que parece poco probable.

La instrucción se ha visto limitada, según Clara Campoamor, por el hecho de que Juan Carlos Aguilar se haya negado a someterse a ninguna prueba pericial forense encargada por la juez para esclarecer si, en el momento de los hechos, tenía mermada su capacidad cognitiva.

Tras su detención, Aguilar aseguró que se le había diagnosticado un tumor en el cerebro, aunque los peritos no han podido determinar si es así, al negarse a que se le realizaran pruebas, y si de existir, pudiera constituir algún eximente.

La acusación popular cree que, aunque 'el falso maestro Shaolín' está en su derecho a rechazar estas periciales, esto supone "una obstrucción de la justicia" al rechazar la posibilidad de "colaborar", y en todo caso, tampoco le favorecería, en principio.

PETICIÓN DE 40 AÑOS

Clara Campoamor cree que, durante la instrucción, ha quedado acreditado que Juan Carlos Aguilar no tiene problemas en su capacidad cognitiva que le impidiera ser consciente de lo que estaba haciendo y no está exento de responsabilidad penal.

Por ello, piensa pedir 40 años de prisión para él, el máximo de cárcel que se puede cumplir. A su juicio, la investigación constata que Aguilar "asesinó y torturó" con "alevosía y premeditación", a Maureen Ada Otuya y Jenny Sofía Revollo, a las que causó "un sufrimiento" añadido.

El caso del 'falso maestro shaolín' saltó a la luz pública el 2 de junio, después de que éste arrastrara a Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana y que ejercía la prostitución, al interior de su gimnasio, el ZEN4, en Bilbao, donde la golpeó brutalmente hasta dejarla en coma. Tras el aviso de un vecino, la Ertzaintza le localizó y trasladó a Ada al Hospital de Basurto, donde la víctima falleció el día 5.

Una vez en comisaría, Juan Carlos Aguilar confesó que el viernes anterior, 31 de mayo, había matado a otra mujer. Los agentes procedieron al registro del gimnasio y la vivienda de presunto asesino, lugares en los que encontró un cadáver descuartizado metido en bolsas de plástico, que correspondían a Jenny Sofía Rebollo.

Durante los registros localizaron fotos de mujeres con las que había mantenido relaciones sexuales, a las que tapaba los ojos y las colocaba contra la pared, para lanzar cuchillos a su alrededor. En otras se ven a la propia Jenny, que parece narcotizada.