Bilbao. Un grupo de ladrones compuesto por tres personas hizo su particular agosto el pasado sábado en el aparcamiento del hipermercado Carrefour de Sestao. Tanto es así que, en el plazo de dos horas, la Ertzaintza recibió tres denuncias por la sustracción de bolsos y objetos de valor del interior de los vehículos estacionados en el centro comercial entre las 12.00 y las 14.00 horas del sábado. Lo singular de este hecho es que este grupo sustrajo los objetos del interior de los vehículos al descuido con las víctimas presentes. Tras recibir las denuncias, la Policía vasca aumentó la presencia de patrullas en la zona, por lo que los asaltos cesaron.

La habilidad de estos amigos de lo ajeno es considerable. Los sospechosos, tres jóvenes de en torno a 25 años, aprovecharon el momento en que los clientes introducían las compras en el maletero del vehículo para aproximarse sin ser vistos y hacerse con los bolsos, carteras y demás enseres que las víctimas dejaron en la parte delantera del turismo.

"Mi ama dejó el bolso detrás del asiento del copiloto mientras guardábamos la compra. Tenemos un coche de tres puertas, por lo que el ladrón tuvo que abrir la puerta, echar hacia delante el asiento y coger el bolso y ni nos enteramos. Son muy rápidos y no hacen ruido. En lo que tardas en agacharte para coger una bolsa y meterla en el maletero, apenas unos segundos, te han cogido el bolso y se han marchado", explicó a DEIA Miguel, una de las víctimas de esta grupo que se encontraba junto a su madre realizando la compra semanal en el supermercado.

Tras el robo, ambos acudieron a la comisaría de la Ertzaintza en Sestao para interponer la correspondiente denuncia, donde les comunicaron que no habían sido las únicas víctimas de este grupo.

Al menos otras dos personas acudieron a la Policía vasca para interponer denuncias similares por hurtos al descuido.

Contratiempos El robo de un bolso supone un disgusto para la víctima. Sin embargo, el quebradero de cabeza va más allá. Al robar un bolso, además del dinero, los ladrones se hacen con las tarjetas de crédito, el teléfono móvil, la documentación y las llaves de la vivienda de la cual tienen la dirección gracias al DNI de la víctima. Por ello, la Er-tzaintza recomienda en estos casos anular las tarjetas bancarias, cambiar la cerradura de la puerta de casa y bloquear el teléfono móvil para evitar disgustos.

Si bien, no en todos los casos da tiempo a tomar estas medidas de seguridad. Según denunció Miguel, su familia se vio obligada a cambiar la cerradura de su vivienda con la consiguiente carga económica; pero, además, en lo que tardaron en interponer la denuncia y bloquear las tarjetas y el móvil -"una hora y media"- los sospechosos realizaron varias llamadas desde el teléfono móvil de la víctima a Francia, Argelia y Marruecos.