Bilbao. Emilia Martín Ortega, Emi, como la llamaban sus amigos y familiares, tenía ganas de vivir. Lo demostraba día a día. A sus 54 años acababa de salir de una larga enfermedad. Había remontado un cáncer, pero el destino le jugó una mala pasada. El pasado sábado una conductora ebria le arrolló en una carretera de Noja sesgando sus ilusiones y las de toda su familia. La joven automovilista, que incluso se dio a la fuga, fue ayer puesta en libertad con cargos.
"Ha sido un auténtico desastre, la familia está destrozada. Prácticamente había vencido la enfermedad y ahora se enfrentan a este brutal asesinato, con una conductora absolutamente alcoholizada que encima se marcha y se va a su casa como si no hubiera pasado nada", recrimina Txetxu Milla, secretario general del PSE en Sestao, partido del que era militante la víctima.
Quien también hace de portavoz de la familia asegura que harán "todo lo posible para que la justicia intervenga y caiga sobre la imputada todo el peso de la ley".
Emi, de 54 años, y su marido, Paulino, caminaban por el arcén de hierba de un camino asfaltado de Noja, en dirección al camping Joyel. Unas instalaciones en las que desde hace años el matrimonio tenía un módulo, una vivienda prefabricada, en el que pasaban los fines de semana.
Como otras muchas veces, la pareja salió a dar una vuelta por la localidad. Pero se topó con una conductora que, según la prueba de alcoholemia, se encontraba bajo los efectos del alcohol. "Caminaban por el lado izquierdo, por un camino muy transitado por peatones que Emi conocía perfectamente. Es un paraje por donde hay que ir a una velocidad muy controlada, por debajo de los 50 kilómetros por hora, pero la conductora no iría a menos de 90", intuye Milla.
Todo sucedió rápido, sin tiempo de reacción. En un abrir y cerrar de ojos. Paulino caminaba de la mano de su esposa cuando "se encontró sin ella de golpe", explica compungido el portavoz familiar. Literalmente, se la arrancó de sus manos. "Un poco más adelante se salió de la calzada y golpeó a otro coche... Un auténtico desastre", añade.
Ahora, un juez ha dejado en libertad con cargos a la conductora, ya que ninguna de las partes solicitó prisión provisional para la joven tras su comparecencia ante el Tribunal de Primera Instancia e Instrucción de Santoña. El juez decretó la retirada del carné de conducir. A partir de ahora, tendrá que comparecer ante el juzgado dos veces al mes hasta la celebración del juicio.
La conductora, que optó por huir en lugar de socorrer a Emi que yacía malherida, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de 0,68 miligramos de alcohol en sangre, tras ser localizada y detenida en su domicilio cuatro horas más tarde por los agentes de la Policía Municipal.
"Nos sentimos indefensos" "Es inaudito que la hayan dejado en libertad. Vamos a tomar todas las medidas posibles, pero nos sentimos indefensos. Ha sido una actuación absolutamente sectaria. La decisión del juez es totalmente injusta y más con una mujer que ha practicado la defensa de la justicia", recrimina Milla.
"A Emi no le van a devolver la vida, pero por lo menos buscamos una reparación de sus derechos. Queremos que se haga justicia y que por lo menos sirva de ejemplo", añade. La familia tomará cartas en el asunto para intentar que la justicia "utilice bien su instrumento".
Licenciada en Biología, al igual que su marido, Emi trabajaba como profesora en un centro de formación profesional de Amorebieta. Era una mujer "vasca" y reconocida militante del Partido Socialista en Sestao, y tuvo un "espacio importante" en todos los movimientos sociales y culturales del municipio.
Txistulari y profesora Sin duda, era activa y comprometida. Txistulari reconocida, fue durante muchos años miembro del grupo de danzas Eusko Lorak. Fue también jugadora del equipo de waterpolo de Sestao, así como precursora del grupo cultural Ximelgorri. "Tal era su bondad, su sencillez y su aportación a todos los movimientos de Sestao que, a pesar de su enfermedad y de que tenía dificultades para caminar, estuvo en Carnaval disfrazada, acompañándonos con su txistu", explica Milla.
Además era una mujer muy querida y conocida. De ahí la multitudinaria despedida que tanto el municipio, como sus alumnos, amigos y familiares le quisieron dar ayer en el último adiós que se celebró en la capilla del tanatorio Bizkaia. "Ha sido muy emotivo. Ha habido una representación de todos los grupos políticos de Sestao. También de las agrupaciones culturales y deportivas a las que pertenecía y con las que colaboraba. La mayoría eran jóvenes, sus alumnos, y exalumnos de su marido, y los amigos de sus dos hijos, de 23 y 25 años. Ver un sepelio con esa gente tan joven... Ha sido indescriptible", finaliza Txetxu Milla.