Trasladan en carros el material robado en una empresa de Bilbao

Bilbao. El ingenio es una característica indispensable con la que cuentan los amigos de lo ajeno. Los ladrones inventan mil y una argucias para hacer más sencilla su labor. Un ejemplo, son los seis jóvenes detenidos el pasado lunes por la Ertzaintza en Zorrotzaurre quienes emplearon varios carros de supermercado para trasladar el material que, supuestamente, estaba sustrayendo de una empresa.

Los jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 22 años, fueron sorprendidos por un agente fuera de servicio que transitaba por la calle Ribera de Zorrotzaurre. El policía alertó al centro de coordinación de la Ertzaintza de la presunta comisión de un robo en el interior de la empresa, al observar un comportamiento sospechoso de los jóvenes.

Según fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco, los presuntos ladrones accedieron al recinto saltando un muro y, tras forzar una de las ventanas de la empresa, se apoderaron de diverso material metálico y eléctrico almacenado en el interior.

Los ertzainas sorprendieron a tres de los jóvenes cuando trasladaban el material en varios carros de supermercado. "Después, lo iban apilando en un turismo estacionado en el exterior del recinto", explicaron las mismas fuentes.

Los otros tres jóvenes fueron localizados en el interior del inmueble cuando trataban de hacerse con más material. Los agentes comprobaron que habían causado diversos destrozos dentro de la empresa, por lo que procedieron a su inmediata detención por un delito de robo con fuerza.

Mientras dormía Por otro lado, la Policía Municipal de Bilbao detuvo el pasado lunes por la mañana a dos jóvenes de 18 y 20 años acusados de robar a una persona mientras dormía en las escaleras de Solokoetxe. Según fuentes municipales, los arrestos tuvieron lugar en torno a las 8.00 horas en la calle Ronda del Casco Viejo. Al parecer el hurto se produjo en las escaleras de Solokoetxe que unen esta vía con la calle Maestro Icíar. En el momento de la detención, los jóvenes tenían en su poder un móvil y una cartera que la víctima reconoció como suyos.