Los vecinos de La Reineta estudian crear patrullas ciudadanas por la inseguridad

Bilbao. Los vecinos de la zona alta de Trapagaran están estudiando sacar a la calle patrullas ciudadanas que eviten la oleada de robos que están sufriendo los barrios de La Arboleda y La Reineta. Esta vez, le ha tocado el turno a este último núcleo. Durante la madrugada de ayer, cuatro individuos encapuchados trataron de entrar en el Bar Irene situado en el casco urbano y en una vivienda contigua en la que dormía una persona. Los vecinos de la zona están cansados de los continuos robos, por lo que las asociaciones vecinales de la zona estudian varias medidas para acabar con esta sucesión de robos en viviendas, comercios e incluso, sus arquetas, con los hurtos de cobre que están sufriendo. Entre las iniciativas, los residentes barajan instalar sistemas de videovigilancia para disuadir a los ladrones o crear patrulla ciudadanas de vigilancias en las calles. "En su día ya se hizo, igual hay que volver a ellas para defender el pueblo, aunque sea ilegal y nos arriesguemos a que nos multen", afirmó Iñaki Zamarripa, presidente de la Asociación de Vecinos de La Arboleda.

Ultimos asaltos Los últimos intentos de robo se produjeron alrededor de las 3.00 horas de ayer. Según explica Pili, propietaria del bar Irene, un grupo de cuatro encapuchados trataron de allanarlo. "Se dividieron. Dos trataron de forzar la entrada trasera de mi local y otros dos intentaron entrar en la vivienda de al lado. Creo que pensaron que estaba deshabitada porque están reformándola". Sin embargo, no era así. Su inquilino, un joven de unos 30 años, estaba durmiendo cuando los ladridos de su perro le despertaron. Entonces, escuchó ruido en su puerta y al abrir la persiana descubrió a dos encapuchados mientras salían corriendo.

"Avisó a su hermano y fueron a buscarles, se encontraron con una patrulla de paisano de la Ertzaintza, pero no encontraron a los ladrones", explicó Santi Ortega, presidente de la asociación vecinal de La Reineta. Los cacos tampoco pudieron ejecutar su plan en el bar Irene, que según Pili, "es todo un fortín". Este local ha sido asaltado en varias ocasiones, por lo que sus dueños han optado por ponérselo difícil a los amigos de lo ajeno y parapetar puertas y ventanas. "Aun así lo intentaron con una cizalla y reventaron un candado", explicó Pili. "Aunque estos ladrones no están relacionados con los robos de cobre", indicó Ortega. A pesar de que no es difícil presuponer que los encapuchados pueden estar relacionados con los repetidos robos de cableado de cobre en las arquetas de la zona. En la madrugada de ayer se cometió en duodécimo hurto de este metal en los últimos tres meses. En esta ocasión, el objetivo fue el cobre del alumbrado del campo de fútbol que se encuentra en obras para su reforma. Además, los cacos aprovecharon para hacerse con las herramientas. Los vecinos están "muy preocupados" ante esta situación que genera una "gran alarma social en el barrio", según afirmó Ortega. "Los asaltantes han actuado en repetidas ocasiones. Lo hacen con total impunidad", recriminó Zamarripa. "Es increíble que el Ayuntamiento no haga nada por solucionar la situación, ni siquiera en plena campaña electoral", argumentó.