Sestao. El fuego ha vuelto a convertirse esta última semana en protagonista en el municipio de Sestao. Los vecinos comienzan a alarmarse, recordando la oleada de incendios del pasado invierno, y denuncian que la presencia policial es menor.
El pasado jueves fue, probablemente, la jornada más negra debido a los dos incendios -de una furgoneta y de un edificio deshabitado- que se registraron en la calle Rivas durante la tarde. Pocos días antes, aparecía quemado otro vehículo en la salida de la calle Oquillo y, al parecer, también han sido pasto de las llamas una marquesina en Txabarri y varios contenedores.
Según pudo saber este periódico, las investigaciones no relacionan los incidentes de estos últimos días con la oleada del pasado invierno. Lo cierto es que los patrones seguidos son distintos. Lo que sí coincidiría sería el modus operandi en el caso de los dos últimos episodios de esta semana, ya que ambos vehículos fueron robados e incendiados 24 horas después.
A pesar de que parece no haber conexión entre lo ocurrido estos días y lo que sucedió hace unos meses, es inevitable que los vecinos se muestren preocupados e inquietos al aparcar sus coches. El PNV de Sestao aseguró ayer que los ciudadanos se quejan de que "los operativos conjuntos entre la Policía Municipal y la Ertzaintza ya no son tan habituales como hace unos meses". "Nos preocupa que el Ayuntamiento y el departamento de Interior del Gobierno vasco hayan podido relajarse y bajar la guardia" dijo ayer el portavoz jeltzale, Josu Bergara. Por eso, la formación nacionalista quiso pedir a ambas instituciones que "realicen una investigación para obtener pistas que conduzcan a la detención del autor de estos sucesos", así como las medidas necesarias para reforzar la vigilancia.