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El miedo vuelve a Enkarterri

Comercios y empresas de Karrantza sufren varios robos en las útimas semanas

El miedo vuelve a EnkarterriE.C.

Karrantza. Por si no tuvieran suficiente con el lobo, los ganaderos de Karrantza se enfrentan ahora a ataques de otra índole. Desconocidos se llevaron en la madrugada del pasado jueves cerca de 3.500 euros, seis ordenadores portátiles y varios artículos del supermercado de la sede de la Cooperativa GUVAC, que se encuentra en el barrio de Ambasaguas en el último episodio de la oleada de robos que está atemorizando al valle.

En opinión del portavoz municipal, Natxo Muro, "nunca antes se había dado esta situación". Por eso, el municipio más extenso y a la vez probablemente más disperso de Bizkaia vuelve a pedir a la Ertzaintza que intensifique la vigilancia en la zona. Tal y como expresó un vecino, "los ladrones se sirven de que la comisaría más cercana es la de Balmaseda y saben perfectamente que, por muy rápida que sea la respuesta, se tarda en llegar".

"Sabían lo que Buscaban" De unos meses a esta parte, varios establecimientos han sido atacados con una violencia que asusta a los vecinos. En el caso de GUVAC, los autores aprovecharon la noche para acceder al edificio inutilizando el sistema eléctrico de la puerta de entrada. Después, arrancaron los cables de la luz y se dirigieron al supermercado del edificio. "Al no encontrar dinero en la caja, accedieron a las oficinas por una ventana del primer piso a la que subieron utilizando dos escaleras unidas con alambres. Sabían lo que estaban buscando porque estaban bien guardadas", relata un trabajador que no quiere identificarse.

Una vez en el interior pasaron por todos los despachos cogiendo seis ordenadores portátiles hasta encontrar la caja fuerte: "La reventaron a golpes por la parte de arriba y se llevaron 2.500 euros y más de 800 en los cambios del día anterior". Un empleado que se incorporó al turno de las 5.00 horas dio parte a la Ertzaintza al encontrarse con los destrozos.

Afortunadamente, durante la noche, nadie tuvo que atender emergencias relacionadas con el ganado. "De haberse encontrado con los atracadores estaríamos hablando de una tragedia", apuntó otro miembro de la cooperativa. Los agentes comentaron que el robo fue obra de profesionales, lo mismo que les transmitieron a las otras víctimas de sucesos similares.

Al propietario de una tienda de ultramarinos del barrio de Molinar todavía no se le ha quitado la preocupación de encima después de que ni la verja en la puerta ni la alarma consiguieran evitar la presencia de los delincuentes. Como no había dinero en la caja, se conformaron con algunos alimentos y bebidas. "Hace poco también entraron en el balneario e incluso en el domicilio particular de los dueños de la gasolinera que guardaban en casa la recaudación", señala.

Cámaras de seguridad Los comercios y empresas tratan de poner medios para que estas situaciones no se repitan. "Instalaremos cámaras de seguridad y mejoraremos el sistema para que la alarma salte antes", adelanta un integrante de GUVAC.

Aunque otros son más escépticos respecto a su eficacia. "Se ha visto que las alarmas no han servido de nada. El que quiere, entra", sentencia un vecino.