Un segundo hogar para tus mayores, sin moverse de su ciudad y su entornoCedida
Somos afortunados. El aumento de la esperanza de vida significa que podemos disfrutar de la compañía de nuestros mayores más tiempo que ninguna otra generación en la historia. Podremos seguir escuchando sus consejos, aprendiendo de su experiencia, sintiendo su respaldo y su cariño y ofreciéndoles el nuestro. Ellos se desvivieron por nosotros y ahora se merecen todas nuestras atenciones.
Los estudios sociológicos muestran que los cuidados de las personas mayores recae mayoritariamente en los hijos y, muy especialmente, en las hijas, que hacen malabares a veces imposibles con su tiempo y sus energías. Porque las personas de edad avanzada pueden presentar necesidades muy diversas: desde la compañía que precisan para esquivar la soledad, las actividades culturales y sociales que hagan posible un envejecimiento activo, hasta la asistencia física avanzada o la atención médica más compleja. Por todo ello, en algunas ocasiones, ofrecerles el mejor de los cuidados significa ponerlos en manos de especialistas. La decisión no suele resultar fácil, hay demasiadas emociones en juego, pero elegir el lugar más adecuado y tranquilizador consiste en buscar aquel en el que la profesionalidad va de la mano de otros principios clave como la humanidad, el cariño y el trato cercano.
“Trabajamos con mucha implicación y vocación para que cualquier persona y sus familiares sientan nuestro centro como su hogar, es un entorno seguro y tranquilo”
Eduardo Garate
. Director de DomusVi Miraflores
“Trabajamos con mucha implicación y vocación para que cualquier persona y sus familiares sientan nuestro centro como su hogar, es un entorno seguro y tranquilo”, subraya Eduardo Garate, director de DomusVi Miraflores, uno de los centros que esta compañía tiene en Bilbao. Una frase que resume la vocación de ofrecer un entorno cálido y familiar donde se ofrece atención individualizada según las necesidades de cada residente. Personas cuidando de personas.
El reto de los cuidados
En los próximos 15 años, la población española envejecerá más que ninguna otra en Europa: los datos del Instituto Nacional de Estadística apuntan que en 2040, más de cuatro millones de personas superarán los 80 años y se habrá triplicado el número de centenarios. Esa longevidad es una excelente noticia que, sin embargo, también implica importantes desafíos, en todos los ámbitos pero muy especialmente el de los cuidados. Y, en ese contexto, el grupo, referente en España en servicios sociosanitarios con más de 30 años de experiencia, es un actor clave para construir el modelo de atención y cuidados del futuro que dé respuesta a todas las demandas y necesidades de las personas.
DomusVi tiene como propósito mejorar el bienestar de los mayores en un entorno social activo. Una de sus máximas es que cada persona es única, y así debe ser tratada y cuidada, en base no solo a sus necesidades, sino también en función de sus preferencias y gustos. En todos los centros de este grupo se desarrolla un modelo de atención centrada en la persona (ACP), partiendo del conocimiento cercano de cada uno de los residentes y poniendo en valor su experiencia vital.
DomusVi Ribera Bilbao.
“Para nosotros cada persona es única, por eso es muy importante conocer su historia de vida, lo que les gusta y les hace felices, para que puedan sentirse bien”, señala Isabel Galán, directora de DomusVi Ribera. Ese es el primer paso. A través de un proceso colaborativo definen, conjuntamente con la persona y su entorno de apoyo, su plan de cuidados y apoyos, personalizándolo en función de sus preferencias, intereses y necesidades en cada momento vital. El modelo de atención centrada en la persona busca cuidar y apoyar a las personas para que puedan seguir teniendo control en su entorno y en su vida cotidiana, desarrollando sus capacidades y sintiéndose bien.
“Para nosotros cada persona es única, por eso es muy importante conocer su historia de vida, lo que les gusta y les hace felices, para que puedan sentirse bien”
Isabel Galán
. Directora de DomusVi Ribera
Como en casa: DomusVi en Bilbao
--DomusVi Ribera. Ubicada junto al Teatro Arriaga, en el centro de la ciudad, la residencia posee unas instalaciones confortables con vistas a la Ría de Bilbao y también un gran patio con un atrio donde se celebran actividades de ocio.
Erribera Kalea, 5 (Bilbao).
Tel. 946 79 29 38
--DomusVi Miraflores. Este centro, junto al casco viejo de Bilbao, cuenta con estancias amplias y modernas, también zonas exteriores y terrazas que permiten disfrutar del aire libre. Dispone de cocina propia y servicio de restaurante para que las personas residentes puedan comer en compañía de sus familiares como si estuvieran en casa.
Miraflores Etorbidea, 17
(Bilbao). Tel. 944 33 37 56
Atención integral
La filosofía que rige el día a día en cualquiera de las residencias que DomusVi tiene en esta ciudad se basa en que cada persona residente pueda sentir el centro como un hogar donde velan por su bienestar. Y para lograrlo, hay algunos aspectos que son imprescindibles, como un equipo multidisciplinar de profesionales que comparten una dedicación vocacional y formación continua orientada a potenciar el mayor grado posible de autonomía e independencia.
¿Cómo lo hacen? Proponiendo actividades cotidianas, terapéuticas y significativas que aportan calidad de vida, bienestar y enriquecimiento personal. También se pone especial interés en fomentar la participación en la comunidad. Las residencias bilbainas organizan actividades para mantener al residente en contacto con la vida exterior y fomentar la vida social y las relaciones intergeneracionales porque saben que todos estos aspectos forman parte del su bienestar integral, tanto desde un punto de vista físico como emocional. “Las actividades mejoran su estado de ánimo y les ayuda a socializarse y a sentirse parte activa de lo que sucede a su alrededor”, explica Eduardo Garate.
DomusVi Ribera Bilbao.
Otra de las prioridades es la total transparencia con los familiares, con los que se establece una comunicación constante.
Por todo ello, los centros DomusVi son una opción acertada para aquellas personas que necesitan cuidados permanentes y también para estancias temporales, ya sea por una convalecencia o rehabilitación, o bien porque los cuidadores habituales no pueden hacerse cargo durante un tiempo.