Una de las costumbres más arraigadas en nuestra cultura es que la casa quede lo más ordenada posible cuando nos vamos a trabajar por la mañana y uno de los requisitos imprescindibles dentro de ese orden es dejar las camas hechas.

Se trata de un hábito que se nos ha inculcado desde niños y que tenemos muy interiorizado. Pues bien, si pensamos que el orden es imprescindible para una buena higiene, puede que, en este caso en concreto, no estemos del todo en lo cierto.

El doctor Karan Raj, del Servicio de Salud Nacional de Reino Unido, se ha hecho famoso al compartir un vídeo en el que explica por qué no debemos hacer la cama nada más levantarnos.

Un hombre duerme cubierto por un edredón. Freepik

El médico señala que, durante la noche, nuestros cuerpos se calientan y sudan. Los ácaros del polvo, unos artrópodos diminutos que están ahí aunque tú no los veas, se alimentan de las escamas que se desprenden de la piel humana y prosperan en ambientes cálidos, oscuros y húmedos. Por todo ello, estos microorganismos encontrarán en tu cama el caldo de cultivo ideal para alimentarse y reproducirse.

Si bien es cierto que, a diario hay millones de ácaros entre tus sábanas y no representan una amenaza seria para la mayoría de las personas, estos depredadores microscópicos, de menos de un milímetro de largo, pueden resultar muy perjudiciales para la salud de algunos individuos.

Dejan tras de sí excrementos que pueden provocarnos asma o síntomas parecidos a los de una alergia, además de irritaciones de la piel, acné, secreción nasal, estornudos, ojos llorosos, malestar por la noche e, incluso, insomnio.

Si hacemos la cama nada más levantarnos, la humedad que nuestro cuerpo ha generado durante la noche quedará atrapada en las sábanas y en la colcha, y con ella, los ácaros. En concreto, según The Sleep Council, un adulto medio pierde 285 mililitros de agua de media por la noche.

Un ácaro sobre un trozo de tela. Pixabay

Cómo combatir los ácaros

Entonces, ¿qué debemos hacer? Los expertos recomiendan retirar bien las sábanas cada día nada más levantarnos, abrir las ventanas y sacudirlas bien. Ventilaremos hasta el momento en el que nos vayamos a marchar de casa. Dejar la tarea de hacer la cama para el último instante antes de salir es la mejor opción, ya que así ventilarás el mayor tiempo posible.

Dejar todo un día la cama sin hacer con las sábanas retiradas y expuestas al aire fresco hará que los ácaros pierdan el hábitat de humedad que necesitan. Además, la luz del sol también perjudicará a los ácaros que acabarán deshidratados y morirán.

Si eres de los que no acostumbran a hacer la cama temprano, ya tienes una buena excusa para seguir así. Sin embargo, si no soportas el desorden, deberás acostumbrarte a ventilar la habitación el mayor tiempo posible. Hacerlo te ayudará a dar batalla a esta legión de diminutos microorganismos que viven camuflados entre tus sábanas.

Consejos de higiene


  • Si tienes alergia, cubre la ropa de cama con fundas y sustituye las prendas de lana o plumas por otras sintéticas.
  • Lava las sábanas una vez a la semana a temperatura alta.
  • Evita que muebles, objetos y suelos de la habitación acumulen polvo.
  • Lava las cortinas con frecuencia.
  • No dejes que las mascotas entren al dormitorio.