Apasionada de su profesión, el amor por la odontología le viene de familia, al representar la 4ª generación de dentistas que lleva el apellido Zabalegui.

¿Ha cambiado mucho la profesión?

Han cambiado mucho las cosas desde que mi bisabuelo empezó y ni la visita al dentista ni los tratamientos se asemejan a lo que era en su día, pero la vocación, honestidad y el trato excelente al paciente es lo que perdura y se ha transmitido de generación en generación.

¿Cómo ha sido su evolución?

Primamos el bienestar del paciente. Hoy, gracias a los avances tecnológicos los tratamientos son mucho menos invasivos, las visitas son mucho más agradables, y el binomio con la ingeniería nos permite en muchos aspectos ser más precisos y predecibles. Los tratamientos de ortodoncia customizados guiados por ordenador son mi parte favorita.

La tecnología a disposición de la profesión. ¿Qué está suponiendo?

Por un lado, contamos con tecnologías 3D que nos ayudan a hacer un diagnóstico mucho más exhaustivo y preciso, ya que diagnosticamos problemas dentales, problemas de vía aérea o de la articulación difíciles de diagnosticar en 2 dimensiones. Por otro, disponemos de tecnología 4D de cirugía guiada dinámica que nos permite realizar tratamientos guiados por ordenador a tiempo real. Nosotros, que somos unos apasionados de los avances y de las últimas tecnologías, tenemos mucha suerte de contar con este tipo de tecnología todavía poco común en odontología, que hace que los tratamientos sean muchísimo más precisos y predecibles.

Por un lado la salud, y por otro, la estética. ¿Hacía qué lado se inclina la balanza?

A nuestras clínicas acuden más pacientes buscando estética, ya que somos especialistas en ortodoncia y blanqueamiento dental. No obstante, para poder realizar estos tratamientos necesitamos, primero que los dientes y tejidos de alrededor estén sanos. Nuestro hueso y encías son los cimientos de los dientes, si no están sanos y fuertes, no podemos empezar con la estética.

¿Qué es lo que más valoran sus clientes?

Nuestros pacientes lo que más valoran es nuestra honestidad y cercanía. Ha habido muchas malas experiencias con franquicias y clínicas impersonales que primaban los intereses económicos por encima de la salud de los pacientes. Nuestros pacientes ven y saben que para nosotras lo más importante es su salud bucal; que los tratamientos que les realizamos estén bien hechos, y que por encima de todo, son tratamientos que realmente necesitan. Confían en nosotras desde los más peques, que han visto que venir al dentista no es ni mucho menos una mala experiencia, sino todo lo contrario, y los padres que ven que los tratamientos que les hacemos son los que haríamos a nuestras propias familias. Saben que somos el tipo de clínica donde puedes confiar plenamente en los profesionales. Además, saben que estamos en constante formación y que formamos a otros dentistas, y eso es un plus, ya que saben que siempre reciben el mejor tratamiento y más actualizado.

Este domingo se celebra el Día Mundial de la Salud Bucodental. ¿Es importante concienciar a la población de la importancia de la salud bucodental?

Creo que sí. Parece que la odontología está perdiendo el valor que merece. Nuestra salud general empieza por nuestra boca. Es con lo que sonreímos, socializamos, pero también con lo que comemos. Si no podemos comer bien, el resto de nuestra salud se desmorona. Creo que se debe concienciar a la población que los dientes y la boca son tan importantes como cualquier otro órgano y sólo deberíamos dejarlos en manos y en clínicas de profesionales, con nombre y apellido, cualificados y formados que tratan cumpliendo el código de ética y deontología dental.

¿Qué consejos daría a la población para adoptar hábitos saludables para la salud de la boca?

Mirar lo que comemos: todo lo que viene envasado, aunque tenga etiquetas de light, zero, ‘para bebés’, ‘para niños’, está cargado de azúcares. Debemos volver a una alimentación más natural, que además nos obligue a masticar. Menos procesado y más como lo que comían nuestros abuelos y bisabuelos. Además, cepillar los dientes con pasta a todos los miembros de la casa, mínimo 2 veces al día. Vivimos en una sociedad muy ajetreada, siempre con prisas, y al final del día elegimos a qué damos prioridad. Los dientes y nuestra boca deben ser una prioridad. Prevenir y cuidarlos es la mejor inversión para un futuro con salud.