Día. 26 de diciembre.
Hora. 10.00 horas.
Lugar. Plaza del Funicular
CON el salero y desparpajo que le caracterizan la actriz Gurutze Beitia no duda en ponerle freno a la entrada del funicular de Artxanda al también actor Josu Ormaetxe. “¡Quita, quita que el funi es mío”, lanzó con un gesto de picardía. Lo mejor, la cara de una usuaria del funicular que fue testigo de la cómica escena y que terminó esbozando una sonrisa. Después la usuaria se montó tras saludar a los dos actores. “Formamos una pareja perfecta”, comentaron entre risas. Gurutze y Josu, que comparten reparto en la comedia Puerta con puerta que se estrena el 9 de enero en el Palacio Euskalduna, sí que la “montaron” en el este transporte público de toda la vida. El tren comienza a rodar. El recorrido dura poco, el suficiente para sortear el desnivel hasta la cima: “A mí me encanta el funicular. De jovencita venía mucho. ¿Sabes lo que es poder subir hasta el pulmón verde de Bilbao en cuestión de unos minutos? Eso es todo un lujo y lo tenemos en Bilbao, como no podía ser de otra manera”, comentó Gurutze.
Los dos, bilbainos de pro, confiesan ser usuarios habituales del transporte público con el que cuenta la villa y conservan un especial cariño al funi. Su regreso de la mano de DEIA despierta en ellos recuerdos de su más tierna infancia. Ormaetxe, que después de una larga estancia en Madrid ha regresado a su Bilbao natal, recuerda aquel funicular de madera en el que junto a su hermano montaba siendo un niño. “Primero solíamos parar en la tienda que nuestra tía tenía en la calle Askao y le cogíamos unas monedita para comprar unas chucherías. Solíamos subir en el funi de madera comiendo chucherías. Vaya tiempos aquellos, lo jóvenes que éramos”. Gurutze Beitia era una niña cuando subía con su familia a pasar la mañana a Artxanda. Y cómo no, lo hacía en este tren con el que te plantas en tres minutos en uno de los balcones de Bilbao. “Cuando yo era dominguera -esa palabra me encanta-, solía montarme en el funi. Para mí era una excursión. Me lo solía pasar pipa”, explicó la actriz bilbaina. Por falta de tiempo Gurutze llevaba tiempo sin montarse en el funicular: “Mira, mira, me encanta este momento en el que los dos trenes se cruzan”, añadió la actriz.
Cuando llegan amigos de visita a Bilbao el funicular también se convierte en un reclamo turístico perfecto para pasar una jornada. Ormaetxe siempre lo hace: “Reservo un día para subir a Artxanda. Las vistas son maravillosas”. De hecho Josu, al que como buen vasco le encanta comer bien, recordó que la subida en funicular a Artxanda tiene una recompensa doble: “Por un lado es un espacio precioso y, por otro, hay un asador espléndido donde se pueden degustar unos chuletones de muerte”. Cuando más le gusta subir es en verano, para ver la ciudad de manera clara, limpia a los pies. “En verano se ve tan bien Bilbao”, lanzó el actor. Gurutze no pudo resistirse e interrumpió la conversación: “Dirás para ver Bilbao sin ti”.
¿Y cómo ven estos dos actores Bilbao cuando no están? “Siempre precioso. Desde Artxanda como desde Kobetas”, coincidieron en la respuesta ambos artistas. Hace frío, pero el sol brilla en Artxanda.