La alcaldesa de Valencia, la popular Rita Barberá, no se ha prodigado en lanzar discursos en la lengua propia de su comunidad (pueden contarse con los dedos de una mano las veces en que ha usado el valenciano en sus 23 años al frente del consistorio), y a la vista del resultado de su intervención de la noche del domingo con motivo de la Crida, acto que da inicio a las fiesta falleras, casi se le agradece. Su mezcla del castellano y el valenciano, la invención de palabras, los silencios y las estruendosas patadas al diccionario han puesto de acuerdo a toda la oposición y a personas del mundo de la cultura y la universidad al censurar su actuación. La alcaldesa se ha disculpado con un lacónico “me quedé en blanco”. Una intervención de traca, muy a tono con las fiestas.
Los partidos de la oposición en el Parlamento valenciano coincidieron ayer en censurar la intervención de Rita Barberá en un tradicional acto fallero, donde intentó improvisar en valenciano, al estimar que se “mofó” de esta lengua y cometió “barbaridades”. Representantes políticos y académicos fueron preguntados en distintos actos por la polémica suscitada a raíz del discurso de la alcaldesa de Valencia, una de cuyas expresiones, caloret, ha tenido además una amplia repercusión en las redes sociales.
El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, dijo que la breve intervención de la alcaldesa en la Crida que se celebra cada último domingo de febrero como pregón fallero “no es un incidente anecdótico”. “Destrozar una parte de nuestra cultura, mofarse de ella, como es la lengua, es de una gran irresponsabilidad. El respeto se gana haciendo precisamente lo contrario de lo que ayer hizo la alcaldesa de Valencia”, dijo. El portavoz de Compromís en Les Corts, Enric Morera, aconsejó a Rita Barberá que “se ponga en contacto con Escola Valenciana para participar en el programa de voluntariado lingüístico”. Por su parte, el portavoz parlamentario de Esquerra Unida, Ignacio Blanco, dijo sentirse “avergonzado” e “indignado como valenciano” por la intervención “injustificable, impresentable e indecente” de la alcaldesa.
“En blanco” El rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, afirmó que las personas con responsabilidad de gobierno deben utilizar el valenciano, cuanto menos, de forma normalizada y correcta. Para el secretario del Consell Valencià de Cultura (CVC), Jesús Huguet, es “grave” que un representante público haga un “uso un poco irresponsable de la lengua”, y reclamó a las autoridades ser “más comedidos” a la hora de hablar valenciano.
La aludida pidió “disculpas” al mundo fallero y a sus compañeros por el uso que hizo del valenciano y aseguró que se quedó “en blanco” a pesar de tener un discurso “trabajado” para la ocasión. Barberá afirmó sentirse “profundamente disgustada”, sin bien no se resistió a tirar de un tono humorístico de dudoso gusto al decir que, al menos, se le reconocerá “la paternidad o maternidad” de alguna palabra. Barberá se inventó palabras, castellanizó otras, dio un significado distinto a varias... y triunfó con el término caloret, que quiere decir sofoco, y que empleó sin sofocarse un ápice para intentar decir otra cosa. ¿Fallos en fallas o poco respeto a la lengua?